Karim Benzema y el gran escaparate por el Balón de Oro en su peor momento personal - Clásico Barcelona-Real Madrid

Ha llegado la hora de Karim Benzema. El aparato mediático que busca situar al francés como el más firme aspirante al Balón de Oro 2021 ya ha engrasado su maquinaria en las semanas previas a la entrega del galardón individual más emblemático del mundo del fútbol y ahora es el turno del 9 del Real Madrid para dar el golpe definitivo sobre la mesa. Una actuación descollante de Benzema este fin de semana en el Camp Nou contra un Barcelona aún en busca de identidad propia potenciaría aún más la candidatura -no sólo mediática, también futbolística- del capitán blanco para ganar el trofeo que concede France Football, pero la actualidad personal que está afrontando en Francia puede terminar jugando en su contra.

El caso Valbuena es una pesadilla que ha marcado de forma recurrente la carrera profesional de Karim Benzema. El chantaje de índole sexual que sufrió el hoy jugador del Olympiacos por parte de un allegado de Benzema afronta estos días su juicio, en el que se pide para el delantero del Real Madrid un total de 10 meses de prisión exentos de cumplimiento. El hecho de verse involucrado en esta historia ya supuso en el pasado un destierro de cinco años alejado de la selección francesa, un castigo levantado por Didier Deschamps tras la Eurocopa 2020 que ha generado ríos de tinta en el país galo. Benzema siempre achacó esta decisión a cierto componente de racismo incrustado en la sociedad francesa, que clamaba por su culpabilidad antes incluso de que se esclarecieran los hechos.

Sus polémicas judiciales en Francia no impidieron que en Madrid encontrar su ecosistema ideal para dar rienda suelta a un estilo de fútbol tan artístico como eficiente. Primero a la sombra de Cristiano Ronaldo y ahora como líder casi absoluto del vestuario, Benzema ha alcanzado la madurez futbolística con su concepción preciosista del fútbol, llevando el 9 pero con alma de 10, dando el paso adelante que se le reclamaba en forma de goles cuando Ronaldo hizo las maletas rumbo a una felicidad que nunca encontró en Turín.

Jugador vital en la conquista de LaLiga 2019/20 y frustrado por haberse quedado en blanco el año anterior en el fin de la segunda etapa de Zinédine Zidane, Benzema ha empezado este año de la mano de Carlo Ancelotti como un tiro, con ocho goles ligueros que lo sitúan ya como pichichi destacado. Su categoría como jugador y estos números deberían situarlo en todas las quinielas para el Balón de Oro, pero la ausencia de títulos del curso pasado juega claramente en su contra ante jugadores como Jorginho, campeón de la Champions League con el Chelsea, o Robert Lewandowski, devorador de récords y títulos colectivos e individuales con el Bayern en Alemania. Las candidaturas sempiternas de Leo Messi y su excompañero Ronaldo, ya de vuelta en el Manchester United, también se interponen en su camino a un reconocimiento que Luka Modric sí alcanzó a recibir en medio del duopolio.

Benzema nunca ha mostrado un apetito o interés particular en acumular trofeos individuales, valorando mucho más divertirse sobre un terreno de juego, pero hay motivos para no dejar pasar este tren. El caramelo del Balón de Oro y la importancia de asestar un golpe crítico al eterno rival en su casa, ya con aforo completo por primera vez en un Clásico tras la pandemia, son suficientemente llamativos para que un partido de clase mundial no sea valorado en las votaciones a última hora. Carlo Ancelotti ya avisó de que éste puede ser su momento: "Tiene tiempo para ganar el Balón de Oro. Es como el vino, cuanto más viejo, mejor es", reflexionó con uno de sus habituales símiles vinícolas.

El Barcelona espera a la vuelta de la esquina para recibir al que muchos consideran el mejor Benzema de su trayectoria profesional. Sólo la sombra judicial que lo persigue parece poder descentrarlo de una posible exhibición ante Ronald Koeman y los suyos para poder decir un rotundo "aquí estoy yo" que lo ponga en la mesa no sólo de Messi y Cristiano, sino también de Lewandowski, Mbappé, Haaland... En definitiva, de todos los rivales que aspiran a la misma gloria individual que se otorga anualmente en forma de balón dorado.