LaLiga | El gol absurdo del año y una gran bronca en el túnel cerraron el Atlético-Villarreal

César Soto Grado, árbitro del partido entre el Atlético de Madrid y el Villarreal, recogió en su acta una "discusión entre técnicos y jugadores de ambos equipos" en el túnel de vestuarios al término del duelo y el golpe "con la mano" de Tomás Reñones, 'team manager' del equipo rojiblanco, "en la boca" de "un miembro del cuerpo técnico visitante", según relató el colegiado.

En el apartado de otras observaciones de su escrito, publicado en la página web oficial de la Federación Española de Fútbol, el colegiado explicó: "Tras finalizar el encuentro y encontrándonos en el túnel de vestuarios presenciamos una discusión entre técnicos y jugadores de ambos equipos". "En ella observamos al segundo entrenador del Villarreal, Imanol Idiakez Barkaiztegi, encarándose con un directivo local a gritos de manera agresiva y teniendo que ser sujetado por integrantes de su equipo", especificó.

"Del mismo modo, presenciamos otro incidente donde una persona del club local identificada por las autoridades como Pedro Tomás Reñones Crego ('team manáger' del Atlético de Madrid) golpea con su mano la boca a un miembro del cuerpo técnico visitante", añadió Soto Grado.

El autogol de Aissa Mandi en el 95' impidió que el Villarreal se llevase un motín mayor del Metropolitano. Tras un tramo en el que los castellonenses buscaron arañar segundos al cronómetro para asegurar su triunfo, la desafortunada jugada entre el zaguero y el portero Gerónimo Rulli salvaba un punto para el campeón que, tal vez por juego y sensaciones, había merecido sin discusión. Ese gol y la manera en que se produjo liberó a unos y enfadó a otros, generando un caldo de cultivo que terminó en la citada tangana del túnel de vestuarios.

En la última jugada del encuentro, un balón a la desesperada de Saúl desde campo propio parecía destinado a morir mansamente en las manos de Rulli. Sin embargo, un suave cabezazo de Mandi, que pretendía asegurar la pelota para su cancerbero, terminó entrando mansamente en las redes de su propia portería toda vez que el arquero había abandonado su posición para atajar directamente la pelota. La desgracia de la jugada quedó patente al mostrar las imágenes televisivas a varios jugadores castellonenses tumbados sobre el terreno de juego por el hecho de haber perdido dos puntos de una manera tran cruel.