LIGA | Los jueves de Luis Villarejo: Benzema se pone a 200

Comienza Benzema a dejar tarjetas de recuerdo en cada partido y este miércoles firmó sus 200 goles en Liga, una cifra seria, que va acompañada de un liderazgo en asistencias -ayer, dos-, que le permiten cada día ser un futbolista más completo.

El ratio de sus pases acertados es descomunal. Y la camiseta de homenaje que recibió tras su partido con el Mallorca con el 200 a la espalda de manos de Florentino Pérez, es un aliciente más para seguir pulverizando registros. Benzema fue una apuesta personal de Florentino y los 36,8 millones de su coste le convierten en uno de los fichajes más rentables en la historia del Real Madrid.

Es el -8-, el que más disparos ejecuta -12-, el número uno en asistencias de gol -7-, al que más pitan fueras de juego -10-; dígitos que corroboran su papel estelar y de influencia en el ataque del equipo que dibuja Carlo Ancelotti. Pero, ¿Por qué ha dado este salto cualitativo de liderazgo Benzema en el Real Madrid?. Sin duda porque ha crecido en experiencia. En su momento la salida de Cristiano Ronaldo le liberó ante el gol, participa desde la posición de 10 en un mayor contacto con el balón, su porcentaje en acierto de pase es muy alto, y su grado de confianza le permiten ahora también tener una visión periférica del juego, que le dan mínimo un 8 o un 9 de nota en cada partido.

La capitanía le sienta bien. Y además manda. Es el gran peso pesado del vestuario. Y decide detalles importantes. Por ejemplo, la vuelta de Juan Muro a la plantilla, uno de los mejores fisioterapeutas del mundo, y hombre de confianza de Benzema, fue una petición personal del futbolista francés, que físicamente anda impecable.

Con ese paisaje, se ve a Carlo Ancelotti feliz. Es una bendición para el Real Madrid tener un entrenador de su perfil. Masca los chicles Pure Fresh amentolados de dos en dos o de tres en tres, y de paso da alas a un sector empresarial, el del chicle, que ha caído estos años en ventas, debido a la pandemia, las mascarillas y cambios de hábitos. El chicle calma el stress de Ancelotti, como lo hizo en su momento el Chupa Chups de Johan Cruyff, pero lo que realmente atempera la ansiedad de Carletto es el rendimiento de su equipo.

Vinicius sigue creciendo, la diversión comienza a ser un vocablo cercano al equipo en los partidos de casa, y encima comienza a poder dosificar una columna vertebral clave -Modric, Kroos, Casemiro-, que le permite respirar entre semana a la espera de citas más decisivas. Ancelotti es un tipo práctico, eficaz, que afrontaba el primer día que llegó a Valdebebas una larga lista de desafíos. De momento, da energía positiva, mantiene sereno al club, es líder del campeonato, camina serio en Europa y promociona el talento joven, siendo un hombre de empresa.

Ancelotti, además, es exigente. Tiene algunos retos que son duros. Devolver el valor de antaño a Bale y a Hazard es uno de sus objetivos en su hoja de ruta. El pondrá todo de su parte, su conocimiento y el de sus ayudantes, para ser justo en sus decisiones. Y situar a los dos de nuevo en el paisaje. Y como los grandes estadistas, no estará para ganar discusiones sino para ofrecer soluciones.