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Los miércoles de Antonio Sanz: La decadencia del Cholismo

Eurosport
PorEurosport

Publicado 20/09/2022 a las 21:25 GMT

Otro derbi que cae en saco roto para el Atleti. Lo peor, lo fácil que pareció la victoria del rival. Un adversario que con armas fidedignas mejoró su crédito arrastrando al desencanto a la hinchada local. Una afición que se muestra confusa, al tiempo que crece el desánimo con el equipo. Cada vez surgen más dudas con el pobre juego que exhibe.

Diego Pablo Simeone (Atlético)

Fuente de la imagen: Getty Images

Hasta el mes de octubre no reaparecen los pupilos de Simeone. Quizá, por este espacio temporal de pausa se necesitaba un resultado óptimo que no ensuciase las sucesivas jornadas sin competición. Y además, con el añadido de enfrentarse al vecino para evitar situarse a una distancia de ocho puntos con únicamente seis partidos del campeonato. Con dos efemérides que destacar, el entrenador Simeone y el capitán Koke igualando a Luis Aragonés y a Adelardo en la historia rojiblanca, el Metropolitano vivía dispuesto a dejarse las gargantas para sumar en una atmósfera extraña que se ha alojado denotando cierta ansiedad en el césped y en las tribunas. Nada mejor que destripar al sempiterno enemigo para desterrar los malos pensamientos. Con todo, no empezó mal el duelo, con un cuarto de hora de agobio al visitante. Sin embargo, en el primer soplido, gol. Y todavía sin asimilar la derrota, otro gol. En el resto del choque se demostró una inferioridad manifiesta frente al adversario, sin capacidad de reacción y con síntomas de deterioro, muy lejos de aquel equipo que hacía pasar un mal rato al más pintado.
La corriente en las gradas se manifiesta silenciosa frente al desenlace que se vislumbra va a llegar. El fundamentalismo de buena parte de los seguidores arropa sin miramientos al ‘Cholo’, quienes, además, públicamente se encargan de desmerecer a la plantilla para negar la decadencia de su movimiento. Consienten en defender con ambages al argentino, criticando la formación del bloque de jugadores que el club ha depositado a las órdenes del entrenador. Se justifica el rendimiento con que la calidad de los futbolistas no se asemeja a aquellos que reinaron en el primer lustro. Vamos, que los de ahora son peores o no se adaptan al estilo que busca el técnico. Hasta el propio interesado se reivindicaba tras perder el derbi aludiendo a que sentía extrañeza al ver actuar en el césped al líder, un conjunto que utilizó un modelo idéntico, al menos en su parecer, al que él empleó en la primera etapa como mandamás del grupo. Este afeo a los futbolistas no se coordina con el desembolso económico que realiza curso a curso la propiedad. Una de dos, o bien el Atleti compra caro, o bien los internacionales no acaban de sacarse brillo cuando se visten de rojiblanco.
Simeone ha perdido el plan que guió de manera eficaz al club hasta conseguir ocho títulos en esta década de verdadero prodigio. El Atleti, bajo el imperativo mandato del sudamericano, desarrolló un modelo de juego que consistía en la solidaridad grupal y en el esfuerzo común como primer mandamiento. Estas premisas eran innegociables para la causa, que ilustraba con un bloque armado, junto, con defensa intensa que provocaba muchas porterías a cero y dos o tres ocasiones claras por partido que servían para convertir un gol aprovechándose de algún error del contrario. Muchos, muchos partidos se ganaron así, aparcando el espectáculo y agarrándose al resultado. En esta campaña, en gran parte del de la temporada pasada, e incluso en la segunda vuelta de cuando se alcanzó el segundo título de Liga de la era, el equipo ya no defiende compacto, el rival llega y sacude con provecho sus ocasiones y el ritmo de los encuentros ya no es gobernado desde el banquillo rojiblanco.
Los jugadores tampoco ayudan al técnico. Se ha conformado una plantilla que carece de liderazgo y de jerarquía para levantarse y guerrear en los momentos en los que las curvas aparecen como dirección única. No hablamos de calidad, tampoco de rendimiento, pero sí de personalidad. Este plantel de futbolistas no ha encontrado a tres o cuatro chicos que sientan la capacidad y la fortaleza de encabezar a los demás para despertar a aquellos cuya caída anímica puede ser más frecuente. Precisamente Simeone, para evitar ese hundimiento mental, ya se previno ante el desgaste de tantos años y de los discursos recurrentes. Por eso, incorporó a dos piezas en el organigrama, un ex jugador profesional con experiencia mediática y una coach, para reforzar la parte anímica y mental de los protagonistas.
Con este panorama y viendo que la propiedad solo aparece cuando peligra el objetivo, que nadie descarte que en las próximas semanas, el dueño se saque de la manga una argucia como la renovación del entrenador para hacer reaccionar a las partes, aunque por primera vez se dibuje más sombrío el futuro de Simeone. Es novedoso que aparecen nombres alternativos con cierta consistencia, como el del actual seleccionador nacional de España. Pero con un mes y medio por delante previo al parón del Mundial, el Atleti puede perder los dos objetivos básicos que se le exigen al Cholo: acabar entre los cuatro primeros en el torneo doméstico y superar la barrera de los octavos de final de la Champions. La decadencia del ‘Cholismo’ parece servida, pero ante el dolor y la despedida, observaremos a un entrenador que se crece en el castigo. Tiempo tiene para la reacción, pero la pérdida de discurso, fuera y dentro del camerino, se convierte en un afán necesario para quien se ganó el calificativo de intocable en el Atleti.
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