Las 5 claves de un Real Madrid femenino con la ilusión por bandera

El Real Madrid va en serio. Lejos ha quedado su irregular primer año (cuando todavía era el CD Tacón), en el que dio alguna sensación de titubeo y sangrantes problemas en defensa que le llevaron a luchar en la zona baja de la tabla. El cuadro blanco ha superado las expectativas tras las 11 primeras jornadas, llegando a golear por 1-8 al Espanyol en la última jornada en una victoria más propia del poderoso Barcelona. ¿Cuáles son las claves de este Madrid enrachado?

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Confianza. El amargo inicio de temporada no ha lastrado al conjunto de David Aznar. El sorteo del calendario fue caprichoso y decidió que el primer rival sería el Barça, el mismo que le había metido un 9-1 en la misma jornada un año antes. Esta vez la derrota no fue tan dolorosa (0-4, y con un arbitraje discutido) pero el empate ante el Valencia (1-1) siete días después empezaba a sembrar dudas, todas disipadas en cuanto llegó el primer triunfo. Desde entonces el Madrid ha ganado ocho jornadas de nueve posibles. Solo perdió ante el UDG Tenerife, actual líder del campeonato, y en su haber encontramos victorias de prestigio (1-0 ante el Athletic o 1-2 frente al Levante, rivales directos por entrar en Champions). Es un equipo que se cree capaz de todo, y se nota.

Sello nacional. El gran cambio experimentado respecto a la pasada temporada, más allá del nombre y el escudo, son los fichajes. Al contrario que en el verano anterior, cuando casi todas las incorporaciones fueron extranjeras o de clubes ajenos a la Primera Iberdrola, la dirección deportiva acertó de pleno con la llegada de jugadoras nacionales (todas salvo Kenti Robles), vinculadas de algún modo a la Selección española (tras el Barça ya es el equipo que más futbolistas aporta al combinado de Jorge Vilda). Misa, Ivana Andrés, Claudia Florentino o Marta Corredera han dotado de solidez atrás, y Teresa Abelleira, Maite Oroz, Olga Carmona y Marta Cardona han dado un salto de calidad al juego de ataque. En el tintero se quedaron la llegada de estrellas de la Primera Iberdrola como Eva Navarro o Nahikari García, y no se descarta que lo hagan el próximo verano.

El despertar de Asllani. Llegó al Madrid como la primera galáctica” tras su gran actuación en el Mundial de Francia y aunque dejó destellos de su calidad, su primer curso estuvo marcado por la irregularidad. Con ganas de revancha tras el eterno parón por el Covid-19, la jugadora sueca ha explotado definitivamente, hasta el punto de liderar la tabla de goleadoras (junto a Ludmila y Esther González). Incluso cuando pasa desapercibida en la mayor parte de un partido, acaba siendo clave para el resultado final.

Armonía ofensiva. Con tantas futbolistas de primer nivel se podría pensar en que es totalmente normal la ascensión del Real Madrid al segundo puesto de la tabla (con tres partidos más que el Barça, eso sí). Pero no siempre es fácil encajar las piezas y gran parte del mérito es de un David Aznar que ha encontrado un once tipo y revulsivas con cierta capacidad anotadora. A las ya mencionadas Asllani, Cardona y Olga (tres goles en los últimos dos partidos) cabe destacar a Jakobsson (ya fue la mejor madridista el curso pasado), Lorena Navarro (doblete ante el Espanyol), Chioma Ubogagu o Jessica Martínez. Las blancas son las segundas más goleadoras solo por detrás del Barça con una media de casi tres tantos por encuentro y hasta 12 anotadoras distintas.

Ambición y complicidad. El escudo del Real Madrid puede ser un peso que llevar a cuestas o una fuente de motivación. Las jugadoras han optado por la segunda opción: saben de la exigencia de estar en un club de tales dimensiones y de la auto exigencia que ello conlleva. Saben que acaban de empezar y que aun así ya tienen miles de ojos encima (en Twitter ya es el segundo club de España con más seguidores, casi 220.000). No se les pedirá que sean campeonas a corto plazo, pero juegan cada partido como si lucharan por ello, demostrando que el club no se ha equivocado apostando por el fútbol femenino. Representar a la primera sección femenina de la historia del Real Madrid es un privilegio y una oportunidad que no están dispuestas a dejar escapar. Si a ello le sumamos el buen rollo reinante casi desde el primer minuto nos queda un vestuario unido y fuerte que se pondrá el techo que quiera. Lo más ilusionante de este Real Madrid es que lo mejor está por llegar.

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