Problemas financieros

El campeón escocés entregó la documentación legal ante ese tribunal de Edimburgo, y con ella notifica formalmente la imposibilidad para hacer frente a las deudas bajo el actual propietario, Craig Whyte. La suspensión de pagos significa que el club pasará a ser gestionado por un administrador externo, cuya identidad deberá ser dada a conocer en un plazo de cinco días.

"El club ha hecho saber a la Corte su intención de nombrar administradores. Desde que me hice cargo de la mayoría de las acciones del club, tenía claro que el club debía de afrontar enormes retos financieros, como las posibles consecuencias de la HMRC, primer tribunal de impuestos", dijo Whyte en un comunicado.

En opinión de Whyte "la forma más práctica de asegurar el futuro del club a largo plazo es un proceso de reestructuración formal". "Es posible evitar esto, aunque parece la opción más probable. Lo que es de sumar importancia es la seguridad, la supervivencia y la prosperidad de este club de fútbol", reconoció el presidente.

El equipo más laureado de Escocia está a la espera de una decisión judicial de un tribunal fiscal, que en caso de serle contraria, le acarrearía un coste de 49 millones de libras (casi 60 millones de euros). En este sentido, Whyte ya había advertido hace pocos días que semejante desembolso obligaría al club de Glasgow a declararse en suspensión de pagos.

Un portavoz de la liga escocesa precisó hoy que aún no se ha recibido confirmación oficial sobre la situación en Rangers, pero recordó que "en el mismo momento en que entre técnicamente en administración" le serán descontados diez puntos y tampoco podrá inscribir a nuevos jugadores.

Tal y como están las cosas en la liga nacional escocesa, la penalización situaría al Rangers 14 puntos por detrás de su rival histórico y líder provisional, el Celtic de Glasgow, lo que significaría el adiós definitivo al campeonato.