Mourinho carga contra sus jugadores tras la debacle por 6-1: "Ya nadie me preguntará por qué juegan siempre los mismos"

El 6-1 que el Bodo/Glimt le endosó a la Roma en la tercera jornada de la fase de grupos de la Europa Conference League supuso una de las peores derrotas de la trayectoria como entrenador de José Mourinho, que supera ya los 1.000 partidos. La rueda de prensa del técnico portugués era uno de los momentos más esperados en el pospartido y el de Setúbal no se mordió la lengua, señalando a los jugadores a los que dio la alternativa. Tan sólo dos jugadores -Rui Patrício y Roger Ibáñez- repitieron respecto al once que se midió a la Juventus el fin de semana en la Serie A, y a Mourinho no le costó mucho apuntar a los suplentes habituales, que no aprovecharon la oportunidad.

"Hemos perdido contra un equipo que tiene más calidad que nosotros. La alineación que ha empezado el partido tenía menos calidad que la empleada por el Bodo. Si pudiese jugar siempre con los mismos, lo haría, pero creo que es arriesgado porque tenemos una diferencia significativa de calidad entre un grupo de jugadores y el otro", reflexionó.

Para dar validez a sus argumentos, José Mourinho quiso involucrar a los periodistas, que constantemente le preguntan en Italia por la falta de rotaciones que venía haciendo en el inicio de temporada. "He sido honesto con los jugadores, no puedo ser honesto con vosotros, pero en la intimidad de la familia sí. Es una familia fuerte desde el punto de vista de la amistad y la empatía, pero sé que tenemos límites, una cosa es el equipo de 12-13 jugadores y otra es el resto. Quizás una cosa positiva es que nadie me preguntará por qué juegan siempre los mismos", comentó.

Más allá de asumir con ciertas reticencias la responsabilidad al decidir quién jugaba ante el Glimt, Mourinho se puso en el lugar de los jugadores, aún cabizbajos en el vestuario: "Nunca había recibido seis goles, pero el problema no es lo que siento yo, sino los muchachos", apuntó.