Barcelona-Osasuna: Messi bien vale por cuatro (5-1)

Fue a los once minutos. Un 27 de enero de 2013. El argentino Lionel Messi (tan famoso ya como Maradona o Gardel) recepcionó de manera orientada (siempre es igual, siempre va de cara a portería) un pase interior de Xavi que ya era una maravilla. Se plantó ante el prestigioso Andrés (muy cerca ha estado de haber sido portero del Real Madrid ni más ni menos) y, sin tocar el balón, lo regateó en línea recta.

Una sobrada del argentino, un ligero caderazo y ya está la nueva suerte en su repertorio. La misma que marcó un duelo en el que el desafortunado arbitraje de Teixeira Vitienes I dejó a Osasuna sin opciones de dar la campanada a tres días del Clásico en Copa del Rey. La roja a Arribas muy pronto y la posición probablemente adelantada de Dani Alves en el 3-1 perjudicaron al pequeño.

Messi sigue hacienda historia. No porque apenas baje su frenético ritmo goleador (Cristiano Ronaldo, por cierto, le gana sólo 10-9 a estas alturas de 2013) sino porque en su afán de superarse, de mejorar, abrió la lata de Osasuna como MacGyver, con un requiebro invisible y no con una navaja suiza multiusos. Así que insinuó pero no tiró el requiebro ante un porterazo como Andrés. Ese 1-0, apenas pasados los diez minutos de encuentro, ya parecía dejar a las claras de la dificultad de la misión para este Osasuna vestido de gris Liverpool de hace unas temporadas.

Pero el equipo de Mendilíbar no está para tirar ninguna toalla en su lucha 24/7 (es la única manera) por la permanencia y hasta peleó el encuentro. De hecho, un tiro raso del francés Loé le dio el empate 1-1 ante un Víctor Valdés, aplaudido y querido en casa tras el anuncio de su no renovación, que pudo haber hecho mucho más que tirarse para cumplir. Pero poco duró la alegría en la casa de Osasuna frente a un rico.

A los 26, Arribas confundió el fútbol con el balonmano y esa segunda mano (la primera, a los 12 minutos) acabó con el partido en realidad. Se fue a la ducha mucho antes de cualquier previsión, pues Teixeira Vitienes I se atrevió con la segunda amarilla al osasunista dentro del área por cortar clara pero involuntariamente un disparo.

Messi, que es insaciable para esto del fútbol, cabeceó al palo a los 38 minutos. Fue el preludio del 3-1, aunque sin su protagonismo, que recayó en la carrera de Dani Alves por la derecha y la definición perfecta y tranquila de Pedro. Probable fuera de juego, eso sí, del brasileño en el arranque de la jugada del tercer gol. No obstante, el carrilero volvió a destacar, como en Málaga, y ya suma cuatro asistencias consecutivas.

La segunda parte sobró ya. Con todo decidido, y la cercanía del duelo copero en el Santiago Bernabéu, el Barça quiso más por Messi (que se relacionó bien con Villa de titular) y a Osasuna no le dio ya con diez. Se hizo hasta larga la continuación con un Camp Nou un tanto aburrido de ver ganar sin parar a los suyos. Como a Messi, que establece un nuevo récord liguero con once jornadas consecutivas marcando, igual hasta le cansa marcar y marcar. En los instantes finales le dio vidilla al duelo el chileno Alexis, que sigue negado ante el gol, quizás hasta decir basta.

5 - Barcelona: Valdés; Alves, Puyol, Mascherano, Adriano; Xavi (Cesc, 66’), Busquets (Song, 74’), Thiago; Pedro (Alexis, 61’), Messi y Villa.

1 - Osasuna: Andrés; Marc, Arribas, Flaño (Rubén, 68’), Nano; Lolo, Loé; Oier, Cejudo (Puñal, 46’), De las Cuevas (Masoud, 46’); y Llorente.

Goles: 1-0. M. 11: Messi. 1-1. M. 24: Loé. 2-1. M. 28: Messi, de penalti. 3-1. M. 40: Pedro. 4-1. M. 56: Messi. 5-1. M. 58: Messi.

Árbitro: Teixeira Vitienes I, del Colegio Cántabro. Expulsó a Arribas por dos amarillas (18’ y 26’), la segunda por el penalti del 2-1. También echó a Mendilíbar a los 30 minutos por protestar. Amonestó a Adriano (12’), Oier (51’),

Incidencias: Camp Nou. Casi lleno.