Barça y Valencia, la antítesis en defensa

El Valencia y el Barcelona se medirán en el estadio de Mestalla en uno de los duelos de la jornada en la competición española. Ambos viven situaciones deportivas muy dispares, aunque en la clasificación solamente haya una distancia de 4 puntos entre ellos. Luis Enrique y Nuno Espírito Santo saben que una de las claves están en la zaga, donde uno puede sonreír con la certeza de la seguridad y otro vive un auténtico quebradero de cabeza.

Todo comienza en el mercado veraniego, cuando los objetivos en defensa está muy marcados por parte del Valencia y algo titubeantes en el FC Barcelona. El equipo valencianista consiguió hacerse con lo servicios de Otamendi y de Mustafi por un total de 20 millones por ambos jugadores, justamente el precio que se embolsó tras vender a Jérémy Mathieu en el traspaso al conjunto culé. La maniobra del club de Peter Lim ha sido aplaudida con creces, que recicló su defensa y la volvió más competitiva.

Todo lo contrario - o al menos parece así - en el equipo de Luis Enrique. Por parte de la afición se pidió algo más que al central francés, llegando a firmar a Thomas Vermaelen, un jugador que valió 10 millones de euros procedente del Arsenal y con la etiqueta de ser un 'futbolista de cristal', por las sucesivas lesiones. Sumada la lozanía de Marc Bartra y el bajón de nivel de Gerard Piqué, las alertas saltan en Can Barça en este tipo de duelos, como ya sucedió en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid.

La zaga valencianista es uno de los principales pilares de Nuno Espírito Santo. Desde la jornada 5 de la Liga, son la pareja habitual, con un parcial, por el momento, positivo. En 8 partidos como tandem, han ganado cuatro encuentros y han empatado dos, demostrando su seriedad ante Atlético de Madrid (3-1), Villarreal (1-3) o sus empates ante Athletic Club (0-0) o Real Sociedad (1-1), donde se evidencia el mérito de mantener el resultado.

No cabe duda de que los duelos de alcurnia se le dan bien tanto a Mustafi como a Otamendi. Quizás, sean los principales objetivos del espectador, tanto parcial como neutral. Su buen estado de forma se tendrá que medir ante un Messi de récord y ante dos puntales como Neymar y Luis Suárez, que además de socios del argentino son igual de perniciosos. Sin embargo, al igual que pueden recibir el peligro, también lo generan. Los duelos aéreos son sus especialidades, superando el 70% en los balones divididos y sumando cuatro goles - tres del alemán y uno del argentino - para el Valencia.

"En el Barça pasamos un tiempo difícil, pero hemos mejorado en los últimos partidos y ahora vamos a Mestalla a ganar", dijo el central blaugrana en la rueda de prensa previa. El Barcelona ha cogido una buena racha, aunque todo supeditado por Messi. La defensa, con la plena desaparición de Thomas Vermaelen y el bajo nivel mostrado por piezas como Piqué, invita a bajar en defensa a Javier Mascherano, un parche para Luis Enrique.

El argentino responde por encima de jugadores como Bartra, imprescindible en la anterior temporada. Empezó de centrocampista, pero la debilidad en la defensa lo ha llevado a imponer su actitud y su defensa en la zaga. Sin embargo, uno de los fichajes de esta temporada, Mathieu, es el único que consigue dar el nivel de competitividad que exige Luis Enrique.

"Ahora tenemos un jugador menos en la plantilla, somos tres centrales y Thomas estará fuera durante mucho tiempo", manifestó el francés. De los tres centrales naturales, es el único que da confianza. Su versatilidad como central izquierdo y lateral zurdo le convierten en un jugador imprescindible, por encima de cualquiera de la línea defensiva.

El Barcelona buscará hacer mella en el fortín de Mestalla, donde han firmado cinco victorias y sólo un empate en la competición doméstica, con un parcial de 15 goles a favor y 3 en contra. El campo valencianista exige y el Barcelona no puede ser un castillo de naipes. Si la base de juego culé vence, puede servir de muy poco lo que haga Messi.