Tres niños de la guerra, los puntales de los tres grandes

Modric, Rakitic y Mandzukic, los tres croatas, vivieron en distinto grado la guerra de los Balcanes. Más de veinte años después, los tres son claves en Madrid, Barça y Atlético.

Rakitic, Mandzukic y Modric

Fuente de la imagen: Eurosport

La Liga española, concretamente los tres grandes (Barcelona, Real Madrid y Atlético), han tenido estrellas de un mismo país. Brasil, Argentina, Francia o Alemania han tenido su cuota de protagonismo en el estrellato del campeonato español gracias a sus paisanos. Lo que no es normal que un país pequeño pueda aportar un representante en cada uno de esos clubes y que además esos jugadores sean importantes en las tres plantillas. Pero eso es precisamente lo que está consiguiendo Croacia gracias a Ivan Rakitc, Luka Modric y Mario Mandzukic.
Los tres comparten nacionalidad pero no país de nacimiento (teniendo en cuenta las fronteras actuales, no las de la antigua Yugoslavia). Modric sí nació en Croacia (9/9/1985 - Zadar), pero Mandzukic lo hizo en zona bosnia (21/5/1986 - En la ciudad de Slavonski Brod, que el rio Sava divide en dos y es frontera natural entre Croacia y Bosnia) y Rakitic lo hizo aún más lejos: en Suiza (10/3/1988 - Möhlin).
Con la guerra grabada. Aunque el trío se lleva bien, Modric y Mandzukic tiene una marca imborrable en la memoria: Sufrieron la guerra de los Balcanes (principios de los 90) en toda su crudeza. El ahora futbolista del Real Madrid vio como su padre se alistaba en el ejército croata y uno de sus abuelos moría abatido por un francotirador. Se refugió junto al resto de su familia en la isla de Iz y el fútbol, como para muchos, fue su vía de escape.
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Mandzukic, Modric

Fuente de la imagen: Getty Images

Lo mismo para Mandzukic, que tuvo que pasar su infancia en un centro para exiliados de su misma ciudad. Su casa estaba en zona bosnia y ahí no se podía estar. No era mejor la situación en el otro lado y para evitar la muerte, su padre decidió que la familia se trasladaba a Alemania. El jugador del Atlético volvería años después a su lugar natal pero sus primeros pasos en el balompié los dio en el TSF Ditzingen, un equipo de una ciudad cerca de Stuttgart.
Sentimiento nacional. Menos dramática fue la niñez de Rakitic, que gracias a que sus padres se marcharon de Yugoslavia antes del estallido del conflicto, que no de la tensión, y se establecieron en Suiza. Allí se desarrolló el pequeño Iván, al que pronto vieron su talento para el fútbol y fue captado por el Basilea. El azulgrana jugó también en las categorías inferiores de la selección Suiza pero Croacia nunca pasó a un segundo plano.
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Rakitic con el Basilea

Fuente de la imagen: Imago

“Siempre sentí Croacia como mi país” explicaba Rakitic en una entrevista en la web del Sevilla. Allí estaba varios de sus familiares, sufriendo las penurias de una batalla cruenta; eso vínculo era demasiado fuerte como para no aceptar la propuesta de Bilic, el seleccionador croata en 2007, que habló con él para que jugara con la selección ‘Vatreni’.
Los tres llevan comandando a Croacia desde la Eurocopa de 2012 y se conocen bien. Lo que pasó hace más de 20 años es imborrable pero sin duda curtió su carácter, especialmente de Modric y Mandzukic. Con esa fuerza, con el orgulloso sentimiento croata (el mote de la selección, Vatreni, significa “fuego”), este trío está siendo capaz de ser importantes en tres clubes más grandes de la Liga.
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