Lo que hemos aprendido del Rayo-Real Madrid

PorAdrián G. Roca

Actualizado 23/04/2016 a las 16:54 GMT

El Real Madrid sigue vivo en Liga gracias a una dramática remontada protagonizada por el hambre y la calidad de Lucas Vázquez y dos goles con dos destellos de crack y de líder de Gareth Bale. El Rayo se adelantó mostrando una vez más la fragilidad defensiva blanca, pero con paciencia y con fe acabaron dando la vuelta a un marcador imposible.

Gareth Bale y los jugadores del Real Madrid celebran un gol

Fuente de la imagen: EFE

Remontada y mucho suspense para aferrarse al título. El Real Madrid se ha acostumbrado a ganar títulos con grandes remontadas o dejándolo todo para el final. Y con mucha intriga. Sin ir más lejos, la final de Copa del Rey con el gol de Bale que evitó una prórroga que parecía segura. Algo parecido a lo de Mestalla, aunque mucho menos trascendente, obró el galés en Vallecas. No sirve para ganar un título, pero es una agonía que suma.

Monstruoso Bale. Pese a que Cristiano se lleva las ovaciones y un protagonismo merecido, y pese a que por un momento se dibujó el fin del mundo en Vallecas con el 2-0, el Real Madrid necesitaba un líder goleador y lo encontró en el galés. Sus números en los últimos partidos son realmente impresionantes.

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Lucas Vázquez: canterano ejemplar y futbolista ejemplar. La lesión de Benzema y su sustitución forzada encendieron todas las alarmas del mundo. Pero en su lugar entró un jugador que materializó el 2-2, impresionantes jugadas por la banda izquierda y todo el hambre que necesitaban los blancos para remontar este partido y seguir vivos en Liga.

“Los jugadores han tenido paciencia”. Decía Zidane tras el partido, y no se equivocaba el entrenador como tampoco se equivoca el refrán: “Paciencia, no hay otra ciencia”. El Madrid supo esperar y mantener un asedio constante, dando la sensación de que el gol de la remontada podía llegar en cualquier momento y, de paso, tener momentos brillantes de fútbol.

Apatía defensiva preocupante. Ni Varane, ni Danilo ni Pepe se enteraron de nada en los primeros minutos. Un 2-0 concediendo facilidades o segundas y terceras opciones a balón parado serán mucho más penalizadas el martes en Manchester. Mientras, Sergio Ramos, miraba desde el banquillo.

Lo que Danilo resta en defensa lo suma en ataque. Gran centro desde su banda para que Lucas anotara de cabeza el tanto del empate y la sensación constante de que cada vez que pisa área o sube la banda hay un jugador con calidad. El día que defienda bien será ese lateral brillante que en teoría fichó el Madrid.

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