El Vicente Calderón vuelve a escuchar a Simeone

PorEurosport

Actualizado 07/05/2017 a las 09:38 GMT

El Atlético vence al Éibar por 1-0 en partido de LaLiga. Una victoria con la que el club rojiblanco se consolidad en la tercera posición del campeonato. Un triunfo que alienta al equipo colchonero de cara a su vital encuentro de Champions este miércoles ante el Real Madrid. Buena prueba de ello fue la espectacular despedida que recibió el conjunto local tras el envite, tal y como pidió Simeone.

Diego Pablo Simeone

Fuente de la imagen: EFE

La trascendencia del técnico argentino sobre la institución atlética va mucha más allá de lo meramente deportivo. Su carácter y su personalidad ha calado tan hondo en las gradas del Vicente Calderón que parecen escucharle a pies puntillas.

En la rueda de prensa previa al duelo ante el equipo armero, Simeone pidió a la hinchada rojiblanca estar “más cerca que nunca de los futbolistas”. Y a fe que lo estuvieron. Tras la victoria, cerca de 40.000 personas que abarrotaban el Vicente Calderón ovacionaron como nunca a su equipo. Los jugadores tuvieron que regresar al césped y dar una vuelta de honor ante las muestras de apoyo y la entregada de la afición colchonera.

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Si en el arranque del partido se pudo ver una enorme y emotiva pancarta en la que se podía leer ‘combato y me levanto’, lo que se vivió tras el partido ante el Éibar fue una auténtica prueba de la unión y fe ciega de la hinchada rojiblanca con su equipo de cara al partido que les enfrentará este miércoles ante el Real Madrid.

"El miércoles tenemos un partido imposible para muchos, para nosotros no. Lo dije después del partido ante el Real Madrid. Les dije a los futbolistas que es difícil. Nos enfrentamos al mejor equipo del mundo, pero creo que se puede, si no fuese así, no lo diría. Si estamos todos juntos y entendemos que esto es una semifinal de Copa en nuestra casa, tendremos nuestras opciones", valoró el técnico rojiblanco tras el partido, para confesar que se emocionó con la respuesta de la afición, que llenó el Calderón y se quedó quince minutos en la grada después de partido para animar los jugadores.

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