La plantilla más goleadora y otros cosas que confirma el Madrid ante el Granada

Benzema acude a su cita con el Granada. El francés anotó el segundo de la mañana tras estar al quite en un rechace que Ochoa no supo atrapar. El Bernabéu le reconoció en varias ocasiones a modo de aplauso el derroche físico que hizo ante el equipo andaluz, corriendo en cada jugada y siendo activo en la presión. Se desplazó hacia la izquierda y dejó a Cristiano en mas de una ocasión por el medio.

Isco también pide su sitio. En medio del ‘regreso’ de James Rodríguez, héroe ante el Sevilla en Copa, Isco aprovechó su titularidad con gol y partidazo incluido. Anotó dos tantos en 30 minutos pero el colmo de la desdicha hizo que una jugada sin trascendencia con Samper le impidiera jugar la segunda mitad sustituido por Asensio a los 50 minutos de partido.

Y ya son 39 sin perder. El Real Madrid alcanzó la cifra de 39 partidos sin conocer lo que es una derrota. Zidane ha sabido dar con la tecla y dar al Real Madrid una sintonía que no se le escapa un ‘gallito’ en ningún concierto. Y mira que ha tenido escenarios complicados como el Camp Nou o el Vicente Calderón. Lo importante es que "la gente está disfrutando" en conciertos exigentes pero que supo solventar, y de qué manera. Llámalo flor, llámalo trabajo, llámalo como quieras…. pero con Zidane no se pierde. ¿Maldición de la escarapela de Campeones del Mundo? Esta vez no.

No diga gol, diga Real Madrid. Ha marcado 86 goles esta temporada en 28 partidos. Y eso que la BBC está anotando solo el 28% de todos los tantos blancos. La clave de esta letalidad en portería es la intensidad que le pone todo el equipo en cada jugada, presionando de igual manera con 0-0 en el marcador que con 4-0. No se conforman con nada. A la media hora ya dominaba con cuatro goles. Zidane lo reconoce: "Jugamos con intensidad, cuando perdemos el balón hacemos buena presión y agobiamos al rival”. Con el gol de Casemiro, solo falta Coentrao para que toda la plantilla al completo se haya estrenado como goleador.

La escoba de Casemiro. Uno ya pierde la cuenta de cuantos balones recupera el 14. Abarca casi todo el centro del campo. Modric y Kroos solo se ocupan de crear, para ‘destruir’ ya está él. No deja pasar nada, es peor que ese portero de discoteca que ya te está mirando raro desde lejos por pretender entrar con las tenis. Hasta marca, más no se le puede pedir a un jugador, completo desde la defensa hasta el ataque. Sólo hay un punto que hay que corregir, ese pelín de agresividad que siempre le acarrea una tarjeta.