REAL MADRID | Los jueves de Luis Villarejo: Mbappé, 160 millones de precio, ¿y el valor?

Desde siempre, el debate entre precio y valor ha sido uno de los grandes clásicos en el mundo de los negocios. En el caso Mbappé, el Real Madrid ha ofrecido de entrada 160 millones de euros. Leonardo, el director deportivo del París Saint Germain, enseguida ha mostrado su indignación . El PSG abonó ya 180 millones en 2018 al Mónaco y ahora le ofrecen incluso menos. En tres años, tres Ligas, pero ninguna Champions. Demasiada inversión, rentabilidad deportiva media. Ese es su valor.

Pero Leonardo habla de precio. Pide más por el traspaso. Es decir, el jugador está en venta. Es la primera vez que el PSG abre la puerta y a partir de hoy y hasta el día 31 de agosto recibirá nuevas propuestos seguro. Será un tira y afloja con el PSG pidiendo 200 millones y el Madrid ofreciendo no más de 180. Seguramente, por el camino, y con fórmulas diversas de negociación, se encontrarán.

El precio del mercado fluctúa. Y el de Mabppé no iba a ser menos. Depende de la ley de oferta y demanda. Puede presentar volatilidad. Por diferentes causas, alguna impensables como la llegada de una pandemia mundial que asola a la sociedad. Y por ahí viene la tarifa que ha puesto el Real Madrid por esta transacción: 160 millones.

Me contaba hoy mi admirado Diego Forlán, que este precio de 160 millones es una cifra alta, muy importante en el nuevo escenario que vive el fútbol, pero nada que ver con el monto que habría que desembolsar en un paisaje normal, por ejemplo el anterior al coronavirus. Forlán entiende que ese contexto, el precio por Mbappé se habría ido a los 400 o incluso 500 millones de euros.

No es el momento de la reflexión. Es un asunto interno del PSG, pero la pregunta es por qué Mbappé se ha podido presentar en esta mesa de negociación, quedando libre el próximo mes de junio. ¿Por qué no ha tenido persuasión su club?. Da la impresión, que por un lado, Mbappé no da crédito al festival de fichajes de su presidente -Achraf, Sergio Ramos, Wijnaldum, Messi-. Se frota aún los ojos. Ya ha dado su palabra al Real Madrid y este subidón de adrenalina -lo que él pedía para hacer un PSG grande y campeón-, le llega un poco tarde. No lo esperaba Mbappé. Jamás hubiera soñado tener a Leo Messi al lado.

Nasser Al-Khleaifi lo dejó claro cuando presentó a Leo Messi en el Parque de los Príncipes. Mbappé, aquí tienes lo que pedías. Ya no tienes excusas para no renovar. Ese fue el mensaje que le envió públicamente. Pero Kylian Mbappé, lejos de acobardarse, va al frente, no mueve ficha, saca dientes, se equivoca muy poco y se atrinchera en el vestuario del PSG esperando, eso sí, a que PSG y el Madrid lleguen a un acuerdo. Mbappé no quiere ser un desagradecido y quiere que su club, el de su ciudad, recupere su inversión.

El Real Madrid sabe lo que es el precio y el valor. Por un lado, maneja el valor emocional que aportaría Mbappé inaugurando el nuevo estadio Bernabéu. Su figura se asociaría para siempre al nuevo marco del madridismo. Como lo fue en su día Kubala en el Camp Nou o Di Stéfano en el Bernabéu, tras deleitar en su visita como jugador de Millonarios.

Y por otro, sus números comerciales volverían a la época de Beckham, al star system, que el Madrid puede afrontar gracias a la hucha. Una caja llena de ahorros procedentes de Achraf (+40), Reguilón (+29,5), Varane (+50, incluido variables), Odegaard (+35), que unidos a las rebajas salariales globales y salidas como la de Sergio Ramos, permiten al Real Madrid hacer más o menos sus cuentas y afrontar con firmeza la 'operación Mbappé'.

Warren Buffet, el rey de la inversión mundial, dice: "la gente siempre me pregunta dónde deberían trabajar y yo siempre les digo que vayan a trabajar con aquellos a los que admiran". Mbappé, sólo lo sabe él, parece que apuesta por nuevos retos. Y lo mismo idolatra a otros que juegan en Madrid.