Messi y la crisis de las cosas del querer

Porque la contienda no era para menos. Ni más ni menos que el mejor futbolista de todos los tiempos. Ni más ni menos que el dirigente con peor tasa de aceptación entre sus socios. Aún así, las letras pequeñas del contrato (o la ausencia precisamente de ellas) los ha vuelto a unir por el interés. Matrimonio mal avenido, pero matrimonio al fin y al cabo. Que ya llegará el divorcio en junio de 2021. O no.

En una cuenta atrás dolorosa, con dimes y diretes en un sentido y otro y la percepción de que el calentón era tal que terminaría por quemarlo todo a lo bonzo, Messi y Bartomeu firman finalmente una paz a regañadientes por esos 700 millones (ni los jeques podrían con ellos por los mecanismos de control en el fútbol actual) de marras. Que son muchas marras.

El que no deja lugar a las dudas en su integridad es el periodista elegido para ejercer de entrevistador del vencido, Rubén Uría, para el portal Goal. Aunque su mejor herramienta en esto del periodismo siempre será la palabra escrita (una referencia en la materia, lean y no paren de leer sus artículos durante su larga etapa en Eurosport), este viernes 4 de septiembre de 2020 para la historia lo ha sido también por su sosegada cara parlamentando con otro ídolo, el pequeño diablo de Rosario. Qué lujo.