Mundial de fútbol de 1978: El Matador Kempes reina en casa

El Mundial saltaba de nuevo a Sudamérica, en esa regla no escrita de la alternancia de las gran fiesta del fútbol en los continentes con mayor tradición balompédica (Europa y Centro y Sudamérica). Argentina acogía el campeonato del Mundo envuelto en polémica por la negativa de varios futbolistas a jugar en un país donde se acababa de instaurar una dictadura con un Rafael Videla al frente. De este modo, los espectadores se quedaron sin ver a Johan Cruyff, estrella del anterior Mundial, quien se negó a jugar mostrando su solidaridad con el pueblo gaucho.

En lo futbolístico se repitió de nuevo aquel dicho de que ser anfitriona es determinante, como había sucedido en Uruguay 1930, Italia 1934, Inglaterra 1966 o Alemania 1974, cuyos equipos nacionales alzaron la Copa Jules Rimet, y de este modo Argentina se proclamó campeona de su torneo, tras vencer en la final a una Holanda sin Cruyff.

La albiceleste no comenzó bien y cayó ante Italia en la primera fase, si bien acabó reencontrando su juego y pese a no hacer un fútbol demasiado brillante logró dar una gran alegría a sus 40 millones de argentinos. Argentina se imponía a Holanda en una final dramática que se decidió en la prórroga con un gol de Kempes y otro de Berboni.

Sin duda el mejor hombre de aquella cita mundialista fue Mario Alberto Kempes que acabó como máximo goleador del torneo con seis dianas. Pese a ello, su arranque no fue bueno, al igual que su selección y El Matador cerró una primera fase sin ver puerta, lo que demuestra su éxito de marcar seis goles en los cuatro últimos partidos, dos de ellos en la misma final. Menotti, técnico de la albiceleste supo sacar lo mejor de Kempes y el resto de sus hombres para conseguir que Pasarella alzase la Copa.

El combinado nacional volvía a una cita mundialista tras ausencia en sus dos últimas citas. Un gol de Rubén Cano a Yugoslavia en Belgrado dio el billete a La Roja para disputar la cita mundialista.

España comenzó mal perdiendo contra Austria en el partido inaugural (2-1). Tocaba el todopoderoso Brasil en el segundo partido y a punto estuvieron de dar la sorpresa pero un fallo de Cardeñosa, a puerta  vacía, nos dejó en empate. Para colmo el fallo del delantero del Betis acabaría pasando a la historia como uno de los más flagrantes. Y en el tercer encuentro, una estéril victoria ante Suecia, no fue suficiente para pasar a la segunda fase y cayeron eliminados

Tango se convierte en el balón del Mundial. El cuero creado por Adidas iba a perdurar durante varias citas, convirtiéndose en un referente de cumpleaños y navidades, donde todo niño quería que le regalasen uno.

Otra de las curiosidades del torneo fue ver a la selección francesa vestida de verde durante un partido ante Hungría. La FIFA avisó de vestir de blanco para evitar confusión en la pequeña pantalla y ambos equipos se presentaron con su segunda equipación, por lo los galos tuvieron que tomar prestadas las camisetas del Kimberley, el equipo local.

Argentina se proclamó campeona de su torneo tras batir en la final a Holanda por 3-1. Brasil hizo lo propio ante Italia, que acabaron tercera y cuarta respectivamente.

El Pichichi fue el delantero argentino Mario Kempes. El Matador acabó con seis dianas.