Grupo B: Dos reencuentros y una cenicienta

La espina clavada en el corazón de los holandeses tras el gol de Iniesta en el minuto 116 tendrá revancha en el Mundial de Brasil. Holanda consiguió rearmarse tras el varapalo que supuso perder la final ante España y ha firmado una fase de clasificación rumbo al nuevo Mundial bastante cómoda. Dirigidos en esta ocasión por Louis van Gaal, que tomó el relevo de Bert van Marwijk, los ‘oranje’ no han presentado grandes modificaciones en sus jugadores de ataque, lo que ha favorecido una alta compenetración que ha tenido su reflejo en los 34 goles a favor firmados en el Grupo D europeo.

Las nueve victorias y un empate conseguidos en el camino a Brasil no deben ocultar la transformación que están sufriendo los tulipanes en la zona defensiva, donde Van Gaal está apostando por una defensa joven que ha sobrellevado con entereza partidos ante Rumanía, Hungría o Turquía, pero cuyo pedigrí está por ser examinado en una cita con la máxima presión y ante rivales de colmillo afilado, como los que se encontrará en el Grupo B del Mundial.

Chile ha sido una de las selecciones que más se le ha resistido a Vicente del Bosque desde que se puso al frente de ‘La Roja’. Con el mismo apelativo, el conjunto sudamericano ha sido una de las sensaciones en la competitiva fase de clasificación sudamericana, donde quedó tercera por detrás de Argentina y Colombia. Desde que se encontraron en tierras sudafricanas, en un partido en el que ambos conjuntos se clasificaron para octavos de final, Chile y España han vuelto a encontrarse en dos partidos amistosos que fueron más que meros trámites del calendario.

En 2011, un amistoso en Sankt Gallen desató toda la competitividad de los dos equipos, que terminó con un 3-2 sobre el pitido final firmado por Cesc Fàbregas en el que lo más reseñable fueron las dos expulsiones que sufrió la selección chilena, personificadas en Jorge Valdivia y Pablo Contreras. Un año después, ya con Sampaoli tomando el testigo de Claudio Borghi, un nuevo amistoso terminó en esta ocasión con un reparto salomónico de goles, saliendo Jesús Navas al rescate de ‘La Roja’. El liderazgo de esta selección, que se presenta en Brasil con un nivel de madurez que la convierte en una de las más interesantes a seguir, recaerá en Arturo Vidal y Alexis Sánchez, actualmente en un estado de forma dulce en la Juventus y el Barcelona.

La selección australiana fue una de las más tempraneras en sellar su clasificación para el Mundial, pero los ‘socceroos’ entraron en barrena durante los partidos amistosos preparatorios para la gran competición. Los oceánicos no tienen tampoco problemas en sortear la fase asiática, como tampoco en el pasado los tenían en la región de la OFC. El problema llegó cuando concertó amistosos de mayor fuste. Dos partidos ante Brasil y Francia con sendos escandalosos 6-0 en contra llevaron a la federación a destituir al alemán Holger Osieck, contratando en su lugar a Ange Postecoglou, un entrenador autóctono que conoce el entorno y puede llevar a cabo un buen relevo generacional.

Australia estará liderada por Robbie Kruse y Tim Cahill, pero una de sus bajas más sensibles la tendrá en la portería. La retirada del fútbol internacional de Mark Schwarzer, portero ahora suplente en el Chelsea, hará que presumiblemente la responsabilidad de ponerse bajo los tres palos sea de Langerak, portero a la sombra permanente de Weidenfeller en el Dortmund. Las posibilidades de clasificación de los oceánicos son muy escasas, lo que no es óbice para que algún chispazo de calidad de la vigente campeona asiática haga acto de presencia en Brasil y amargue a alguna de las tres candidatas a octavos de final.