Velasco Carballo salió airoso de un partido nada fácil

A Velasco Carballo le dieron un caramelo envenedado en este Mundial. Tras sacar con nota sus dos partidos anteriores (Uruguay-Inglaterra y Bosnia-Irán), al colegiado español de 43 años le designaron para el Brasil-Colombia, un partido que se las traía.

Pitar al anfitrión nunca es fácil, y menos si es Brasil. Si a eso le sumamos que enfrente estaba una de las selecciones más queridas en esta Copa del Mundo hace una mezcla casi explosiva. Velasco intentó controlar el partido sin sacar tarjetas (la primera llegó en el 64) y ese fue su mayor error.

Nada menos que 54 faltas señaló durante los noventa minutos (31 a Brasil y 23 a Colombia), pero sí quedó la sensación de que fue condescendiente con Brasil. Fernandhinho bien pudo ser expulsado por varias entradas feas a James, pero Velasco no tiró de tarjetas hasta la última media hora y el partido, por extraño que parezca, no se le fue de las manos. Lo más probable es que si en lugar de un partido de cuartos de final del Mundial hubiese sido uno de La Liga, habría mostrado alguna más de las cuatro tarjetas que sacó en este partido.

Seguramente Velasco Carballo tenía en la mente la actuación de su colega López Nieto en el Mundial de 2002. El malagueño le tocó un partido similar al madrileño (Alemania-Camerún, de la tercera jornada de la fase de grupos) y él sí cortó por lo sano. López Nieto mostró nada menos que 16 amarillas.

Pese a las críticas de los colombianos por la permisividad con los brasileños, Velasco Carballo y sus asistentes acertaron al anular el gol a Yepes en el minuto 65 por fuera de juego y en el penalti señalado de Julio César sobre Carlos Bacca, si bien en esta jugada pudo expulsar al portero brasileño al considerarse que evitó una ocasión de gol (el derribo se produce en el área de meta, aunque estaba David Luiz muy cerca del sevillista).

El partido acabó con la lesión de Neymar y el enfado de los brasileños, pero lo cierto es que en la jugada no se observa maldad de Zúñiga por lesionar al azulgrana sino un choque en la disputa del balón.