Bolitos del Real Madrid en la Copa Intercontiental

El Cafú ‘de pega’ se bebió el aguanís de Raúl. El presidente Ramón Mendoza quiso fichar a Cafú pero acabó trayendo otro lateral brasileño que, en teoría, tenía las mismas características. Claudemir Vítor llegó al club blanco en 1993 y apenas jugó una temporada y media. En la final de la Copa Intercontinental de 1998 se cruzó con su exequipo en Tokio, entró en el minuto 81 de partido para conservar el empate 1-1 y tratar de asegurar la prórroga ante el empuje final de los de Guus Hiddink. Hasta que dos minutos después de su entrada, apareció Raúl González y marcó uno de sus goles más antológicos. El siete blanco dejó sentado al que en su día bautizaron como el ‘nuevo Cafú’. 

Pellas en todos los colegios e institutos de España. Las tres Intercontinentales que disputó el Real Madrid en aquellos fríos diciembres de 1998, 2000 y 2002 dispararon la tasa de ausencia escolar y también laboral. Los informativos de televisión sacaban cafeterías o televisiones en los centros escolares o de trabajo que estaban rodeadas de gente que no quería perderse esa cita por nada del mundo.

Ramón Mendoza despreció ‘La Copa Toyota’. En 1998, el eterno expresidente madridista dijo que al madridismo le hizo más ilusión la Séptima que “la Copa Toyota esa”. Mendoza fue preguntado porque en aquella mañana apenas acudieron madridistas a celebrarlo en Cibeles cuando meses antes casi un millón de personas salió a la calle para festejar el triunfo más esperado del madridismo.

Anelka por fin empezó a parecerse a Ronaldo. El Real Madrid disputó el primer Mundial de Clubes en Brasil, en 2000. Su fichaje estrella de aquella temporada, Nicolas Anelka, no encontraba el camino del gol y empezaba a cuestionarse su precio (5.000 millones de pesetas) y su adaptación al club blanco. La suerte empezó a cambiar para él cuando por fin recibió balones al espacio y marcó ante el Al-Nassr y un doblete ante el Corinthians. Fue máximo goleador del torneo, pero el Real no ganó el torneo y fue cuarto al perder la final de consolación en los penaltis ante el Necaxa mexicano.

Intento de agresión a Solari en un centro comercial. En la Intercontinental de 2000, varios jugadores del Real Madrid se relajaron antes del partido ante Boca Juniors haciendo unas compras en un centro comercial de la capital nipona. Solari fue increpado por varios aficionados bosteros, quienes le amenazaron por su pasado en River Plate. Afortunadamente, todo quedó en un susto.

El Barça se dio cuenta de que Riquelme era su hombre. La final de 2000 tuvo un nombre indiscutible: Juan Román Riquelme. Era junto a Palermo la estrella de ese equipo que batió al Real Madrid por 2-1. Vicente Del Bosque puso a Geremi como lateral derecho, y ante la debilidad del camerunés, el que luego sería fichaje del Barça se aprovechó para llevar todo el peligro por esa banda y dejar en evidencia a los madridistas.

¿Quién se llevó el coche? La antigua intercontinental premiaba al mejor jugador del partido con un coche de la marca del patrocinador principal. El trofeo, además del vehículo, era una llave gigante bañada en oro. Raúl la ganó en 1998, Riquelme en 2000 y Ronaldo Nazario en 2002.

Patrocinador de un día. El equipo paraguayo del Olimpia de Asunción fue el rival de los blancos en el año 2002, en la final disputada en Yokohama. El campeón de la Libertadores lució, solo por un día, la publicidad del diario La Nación, para poder apoyar al equipo en esta aventura. Ganaron los blancos por 2-0 con los goles de Ronaldo Nazario y Guti.