Ni Barça ni Atlético: La 'pichichi' de la Liga juega en el Albacete

En Alemania, la máxima goleadora de la Bundesliga es Ewa Pajor, la delantera polaca que milita en el poderoso Wolfsburgo, que suma 34 puntos de 36 posibles y no hace mucho que le endosó un 10-0 global al Atlético en Champions (Ewa firmó dos). En Francia, la número uno es Ada Hegerberg, la primera mujer de la historia en ganar el Balón de Oro y autora de más de 60 goles en 2018 con el Lyon. En la FA WSL inglesa Vivianne Miedema es la reina indiscutible, con 14 goles en 10 jornadas con el Arsenal. El año pasado se coronaba campeona de Europa con la selección neerlandesa anotando dos goles en la final.

¿Y en España? Ni Lieke Martens, ni Jennifer Hermoso ni Charlyn Corral. La ‘pichichi’ de la Liga Iberdrola juega en el Fundación Albacete y se llama Alba Redondo. Al contrario que las jugadoras mencionadas anteriormente, la manchega (1996, Albacete) no es una estrella reconocida a nivel internacional ni cuenta con un palmarés envidiable. En realidad, no había sido internacional con España hasta el amistoso celebrado ante Polonia en Butarque (donde coincidió precisamente con Ewa Pajor) el pasado 8 de noviembre. Los 13 minutos que disputó contrastan, por ejemplo, con las 53 internacionalidades de Hegerberg con Noruega a sus 23 años.

Lo de Alba no es una aparición casual, ni fruto de unos meses a buen nivel. En su progresión se avistaba que se fraguaba una delantera descomunal. Jugó con chicos en el Albacete Balompié hasta los 13 años, cuando pasó a formar parte del Fundación. El siguiente lustro lo dedicaría a tratar de ascender a Primera al equipo de sus amores, una misión de lo más complicada: El equipo que sube debe quedar campeón en su grupo (hay siete) y disputar después un play-off. Solo hay dos plazas disponibles.

En las primeras tres ocasiones se quedó en la orilla. Pero a la cuarta el Albacete tocó el cielo al derrotar al UDG Tenerife en el último partido. Lo hizo en el Carlos Belmonte, con dos goles de nuestra protagonista. Un año después se proclamó subcampeona de Europa con la sub-19 y debutó en la Liga Iberdrola con gol ante el Sevilla. Como no podía ser de otra manera, las ofertas le cayeron del cielo, y en mayo aceptó una beca en Estados Unidos para jugar en el Iowa Western Reivers. Se despidió llorando tras 12 años en el club, pero tan solo cuatro meses después regresaba a la que siempre fue su casa alegando motivos personales.

Han pasado tres años desde entonces y su crecimiento ha sido abrumador. Ya la pasada campaña figuró entre las máximas goleadoras de la Liga al anotar 16 tantos en 26 partidos. Esta temporada ya suma 10 en 13 jornadas, tras anotar seis goles en los últimos cinco encuentros. Para calibrar lo importante que es para su equipo, un dato: El 40% de los goles del Albacete llevan su sello. El sistema está hecho para explotar sus virtudes: Velocidad y definición en el mano a mano. Un balón largo a la carrera de Alba es casi sinónimo de celebración.

Si acabará jugando en un grande de la Liga, en Europa o de nuevo en Estados Unidos es algo que de momento no entra en sus planes. Su corazón está en Albacete, donde brilla con luz propia con el sueño de acudir al Mundial de Francia 2019. A este ritmo tiene todas las papeletas.