El fútbol moderno recupera al entrenador-jugador

Rompiendo con una tradición de paciencia y estabilidad en su banquillo que había durado durante toda la etapa de Alex Ferguson al frente del equipo, el Manchester United anunció la destitución de David Moyes, técnico que fracasó en el difícil reto de sustituir a una leyenda de los diablos rojos. Como solución de emergencia, y a la espera de la confirmación de un candidato definitivo de cara a la próxima temporada, quien se hará cargo del banquillo será Ryan Giggs, futbolista de 40 años de edad que sigue en activo en las filas del Manchester United, el único club en el que ha militado para pasar a la historia.

Al tener ficha federativa como jugador -de hecho esta temporada ha disputado un total de 21 partidos-, Giggs podría incluirse a sí mismo en las alineaciones del United en los cuatro partidos que todavía le restan de esta temporada en la Premier League, por lo que se retoma así la figura del entrenador-jugador, habitual en deportes como el béisbol en Estados Unidos pero muy poco dada en el deporte rey.

La figura de Roberto Carlos en el Anji ruso es una de las últimas que se recuerdan en una situación parecida en los últimos tiempos. El exjugador del Real Madrid, sin embargo, y tras especularse sobre cuál iba a ser su papel, tomó la decisión de colgar las botas mientras ejerciera como técnico en el equipo ruso, por lo que no puede ser considerado completamente como entrenador-jugador al no haber vuelto a disputar un encuentro desde entonces.

Sí entran en la lista de técnicos que a la vez podían ejercer como jugadores leyendas como Romário, que en 2007 se hizo cargo con carácter de urgencia del Vasco da Gama brasileño. La figura del entrenador-jugador, aunque extraña, sí ha sido un recurso de emergencia algo común en el fútbol inglés, donde se han dado los casos más paradigmáticos en este aspecto. La década de los 90 fue prolífica, pues en esos años el Chelsea contó con Glenn Hoddle ejerciendo ambas responsabilidades desde 1993 a 1995, también con el mítico Ruud Gullit y Gianluca Vialli. Todos ellos compatibilizaron cargos.

También en la Premier League, en el Fulham, Karl-Heinz Riedle compatibilizó sus funciones en 2000, mientras que en el Liverpool lo hizo Kenny Dalglish desde 1986 a 1991.

Mención aparte merece el caso que ha protagonizado Clarence Seedorf esta temporada, cuando ha colgado las botas para pasar a entrenar al Milan, y también Garry Monk, que se ocupó del banquillo del Swansea tras la destitución de Michael Laudrup. Ellos son el recuerso de emergencia, futbolistas que se convierten en exjugadores para salvar situaciones extremas y cada vez más frecuentes en el fútbol moderno; pero esa ya es otra historia.