El nuevo culé del Arsenal

Toral ha impresionado a los 'gunners' desde que fichó por el equipo que dirige el francés Arsene Wenger, procedente de la cantera del Barcelona, en febrero de 2011. El centrocampista catalán, cuya madre es inglesa -su segundo apellido es Harper-, se ha ganado en las últimas semanas un puesto en el equipo de reservas del Arsenal que entrena Neil Banfield.

En su día, el Barcelona no pudo retenerle, ya que cuando cumplió 16 años fue libre para firmar un contrato profesional con cualquier club dentro de la Unión Europea. Es el tercer centrocampista que se convierte en profesional en la entidad londinense después de haberse críado futbolísticamente en La Masía.

El internacional español llegó al Arsenal en 2003, y en poco más de un año ya estaba jugando con el primer equipo, donde permaneció ocho años llegando a ser el primer capitán. Su crecimiento en Londres fue exponencial, convirtiéndose en el eje del conjunto de Wenger y siendo el jugador más joven de la Selección española en llegar a los 50 partidos como internacional.

Sus éxitos llevaron al Barcelona a considerar su regreso al club como el fichaje prioritario, y tras varios años intentándolo, finalmente lograron su vuelta el verano de 2011, para lo cual tuvieron que desembolsar la friolera de 34 millones más variables, en lo que fue un negocio redondo para el Arsenal.

Muy distinto ha sido el caso del barcelonés, que en 2005 tomó el mismo camino que Cesc para triunfar en Inglaterra, después de haber sido internacional en todas las categorías inferiores españolas. Realizó su debú oficial en el primer equipo en 2007, pero Wenger decidió cederle a la Real Sociedad en enero de 2008 ante la falta de minutos.

Regresó a final de temporada al conjunto 'gunner', pero pese a las buenas palabras que el técnico francés tenía para él, seguía sin contar apenas en los planes del equipo y a comienzos de 2010, firmó un contrato con el club de sus sueños, el Atlético de Madrid, que entró en vigor ese verano. Tras una temporada decepcionante, el pasado verano fue cedido al Braga portugués, en una operación que apenas duró unos meses, ya que el club luso no contaba con él y decidió poner fin a su cesión, provocando su vuelta al club rojiblanco.