Real Madrid femenino: Un gigante en vías de desarrollo

A un club que hace dos años militaba en la Segunda División no se le suele pedir que luche por estar en Champions League. Pero si te llamas ‘Real Madrid’ la cosa cambia. Al contrario que muchos otros, en España y el extranjero, que decidieron empezar de cero (era la idea inicial de Florentino según reveló en el ‘Transistor’ de Onda Cero) en la casa blanca decidieron finalmente ir directos al grano absorbiendo el CD Tacón, y armando un equipo que tras dos ventanas estivales ya tiene mimbres para pelear en el top-3 de Primera Iberdrola.

Pero ¿es eso lo que se pide en el Real Madrid? “Claro que los objetivos a nivel de equipo y club es estar lo más arriba posible, pero no es algo que nos mate la cabeza. Sabemos que acabamos de empezar, que nos hemos estado conociendo, que cada vez nos sentimos mejor en el campo y que de ahí surgirá todo lo que necesitamos y todo lo bueno que vendrá”, señala Marta Cardona, jugadora del Real Madrid, que cataloga esta temporada “de transición”. “Por supuesto que llevar el escudo del Real Madrid implica una presión extra. Es un equipo nuevo, partimos de cero. Somos 11 jugadoras nuevas, el primer objetivo era conocernos y encajar todas las piezas. Poco a poco lo estamos consiguiendo. Ya veremos a final de temporada si los objetivos han sido positivos o si podemos hacer más”.

Gran error cometería el Real Madrid como institución o su afición en empezar la casa por el tejado, en soñar con distinciones individuales o exigir ganar ‘la Primera’ cuando todavía no cuenta ni con medio año de vida. Ni el gran rendimiento del equipo (cinco victorias en las seis últimas jornadas), ni que Jorge Vilda convocara a seis de sus jugadoras (el que más aporta a la Roja tras el Barça incluso con las bajas de última hora de Ivana Andrés y Maite Oroz) ni que Kosovare Asllani sea la máxima goleadora de la Primera Iberdrola (8 tantos). Tiempo y trabajo son las bases para construir un equipo que opte a todo.

El Barça ya vivió una transición que duró cinco años, pasando cuatro sin ganar un título de Liga. Ahora son el ejemplo a seguir, reconocidas incluso por los premios The Best de la FIFA (Jenni Hermoso y Caroline Graham como candidatas a mejor jugadora del año, Lluis Cortés a mejor entrenador). A pesar de no encontrarse en posición de ganar ninguno de ellos, el hecho de que ya se tengan en cuenta sus espectaculares logros en Primera Iberdrola (con récords de imbatibilidad y una media de casi cinco goles por partido), además de su permanencia entre los mejores clubes de Europa (semifinalista y finalista de la Champions en tres de los últimos cuatro años) ya es motivo de orgullo y una demostración de que los pasos dados hasta hoy en la sección femenina culé son los acertados.

El estatus adquirido por las azulgrana no es ni mucho menos ajeno en el Real Madrid, conscientes del trabajo que queda por delante para aspirar a los mismos logros. Además, el buen rollo reinante entre las futbolistas nacionales (nueve del Barça y seis del Madrid) hace posibles elogios como el de Cardona a Jenni Hermoso y otras jugadoras: “Para mí es una jugadoraza, tiene una técnica excepcional, es una jugadora súper completa y nos da un montón [en la Selección]. Es totalmente merecidísimo. De hecho, deberían estar también otras jugadoras como Patri Guijarro, Alexia, Sandra Paños… se lo merecen, son jugadoras de talla mundial. Es un lujo tenerlas, y entrenar con ellas ni te imaginas”.

“Es el Barça pero es así, no me importa decirlo porque es el equipo español que más lejos ha llegado en Champions, ya sea en una final o este año semifinales contra el Wolfsburgo…”, reconoce la futbolista aragonesa, una de las jugadoras clave de un equipo blanco que se ha estrenado en la máxima categoría en este curso y que vive en una realidad distinta a la culé pero igual de ilusionante. El equipo de David Aznar es cuarto en la clasificación pero es consciente de que incluso disputar la próxima edición de la UWCL (la 21-22) va a ser tremendamente difícil, con UDG Tenerife, Levante, Atlético y Real Sociedad opositando para la segunda y tercera plaza.

Las comparaciones son inevitables, sí, pero injustas. La realidad del Barça es ya madura y dispuesta a destrozar récords antes inalcanzables. La madridista es prematura, fruto de un proyecto que acaba de nacer pero que da motivos para que sueñe cualquiera. Con el Atlético en la recámara, Barça y Madrid están preparados para liderar la ascensión del futfem español no solo a la profesionalidad, también al éxito.