Saltos de trampolín

Al año siguiente, la Federación Internacional de Trampolín obtuvo reconocimiento oficial. El primer campeonato europeo se celebró en París en 1969. A partir de entonces se alterna el mundial con el europeo.

Su debut olímpico se produjo en Sydney 2000, en el que se compitió sólo en la modalidad individual tanto masculina como femenina. Hoy en día ya existen varias especialidades, individual, por equipos, sincronizados y mini-trampolín tanto femenina como masculina. Rusia acaparó las dos primeras medallas de oro en el año 2000, Moskalenko, en medio de una polémica decisión de los jueces, se hizo con el título olímpico en la categoría masculina y su compatriota Karavaieva hizo lo propio en la femenina.

Se compite con diez ejercicios obligatorios y diez libres. Las ocho mejores avanzan a la final ya con sus diez rutinas libres. En los obligatorios cada rutina consiste en diez mortales de distintos tipos. Los diez mortales enlazados forman la rutina. En los libres se toma en cuenta la dificultad de acuerdo al número de giros y de mortales en cada elemento. Los jueces calculan el valor de la rutina y penalizan los errores de postura y técnica. Las reglas de trampolín son bastante simples y sin duda esto se reflejará en la popularidad que podrá adquirir.

El trampolín consiste en un armazón metálico que soporta a la cama elástica donde se realizan los ejercicios. Tiene 5,05 metros de longitud, 2,91 metros de ancho, y 1,155 de alto. La cama está fabricada de nylon o de material de hilo y solo tiene 6 mm de espesor. Hay una plataforma de seguridad que está en el suelo a cada lado del trampolín, y sirve para parar el impacto de una posible caída. Se permite competir con calcetines o con zapatillas de gimnasia.

En cuanto a la competición, en la fase de clasificación se incluyen ejercicios obligatorios en los que se han de realizar un conjunto especificado de técnicas, y ejercicios libres, elegidos por el gimnasta. La suma de ambas puntuaciones da la clasificación para pasar a la final. En la final se hace un único ejercicio voluntario en el que el gimnasta realiza 10 técnicas.

Cada ejercicio debe contener 10 técnicas reconocidas, que son combinaciones de giros y saltos mortales en diferentes posiciones. Para conseguir los mejores resultados hay que realizar técnicas de mayor grado de dificultad. Tienen que incluir: un aterrizaje por la parte delantera del cuerpo o por la espalda. Un salto mortal simple o doble, con un giro mínimo de 540 grados. Un doble salto mortal hacia adelante o hacia atrás, con o sin giro. Un doble salto mortal hacia adelante o hacia atrás, que incluya al menos un giro completo.

Cada ejercicio es puntuado por siete jueces, cinco de ellos se encargan de valorar la ejecución técnica y los otros dos puntúan el grado de dificultad de las técnicas desarrolladas. Los dos jueces que evalúan la dificultad dan una puntuación conjunta que suele oscilar habitualmente entre 11 y 15. Mientras que los cinco jueces que evalúan la ejecución de forma individual parten con una puntuación de 10 para cada ejercicio, y van restando puntos con los errores cometidos. Se puntúa en función de la forma, consistencia y control. Algunos fallos suponen reducción automática de puntos, como por ejemplo tocar el trampolín con las manos, tocarlo con las manos y rodillas o caer en la plataforma de seguridad.

El grado de dificultad de cada técnica se calcula por el número de giros y saltos mortales dados. Un salto mortal completo se valora en 0,4 puntos, tres cuartos en 0,3, medio salto 0,2, y un cuarto 0,1 puntos. Un giro completo se valora en 0,2 puntos, y medio supone 0,1 puntos. En las técnicas que combinan saltos y giros se añaden sus grados de dificultad. Los saltos mortales sin giros en posición recta se valoran con 0,1 puntos extras.

Entre las técnicas destacan los:

Fliffis: un doble salto mortal con un giro

Triffis: triple salto mortal con un giro

Randolphs: salto mortal hacia adelante con dos y medio giros

Rudolphs: salto mortal hacia adelante con un giro y medio

Baranis: salto mortal hacia adelante con medio giro

De las cinco puntuaciones de ejecución se eliminan la más alta y la más baja, y se suman las otras tres. A esta cifra se añade la puntuación de dificultad para determinar el resultado final del gimnasta. Un ejercicio impecable alcanzaría los 45 puntos.