Isabell Werth engrandece su leyenda en la final de la Copa del Mundo FEI de doma

La final de la Copa del Mundo FEI de doma había creado una expectación sin igual en la disciplina. La demanda de entradas fue tal, que los organizadores del Gothemburg Horse Show instalaron una gran pantalla para que todo el púbico que se quedó sin su entrada pudiera disfrutar del espectáculo. Y fue una demostración de la mejor equitación que no solo no defraudó, sí no que implicó a unos espectadores que lo vivieron como si estuvieran compitiendo ellos mismos.

La gran final del circuito de doma más prestigioso del mundo se presentaba como una cita que prometía entrar en los libros de historia. Isabell Werth, la gran favorita, buscaba enlazar su tercer triunfo consecutivo y el quinto de su carrera. La alemana llegaba a Gotemburgo con la presión de seguir ampliando leyenda y sabiendo que era el rival a batir para el resto de aspirantes, pero la reciente ganadora de dos medallas de oro en los Juegos Ecuestres Mundiales de Tryon es el tipo de persona que se crece frente a los grandes retos.

Antes de que llegase su turno, la grada había enloquecido con las actuaciones de los héroes locales. Primero Tinne Vilhelmson Silfvén con Don Aurellio, y luego Patrik Kittel Delauney OLD, salieron del cuadrilongo con un 80,718% y un 82,464% respectivos que daban pie a creer en una victoria local. No pudo ser, con cuatro binomios por detrás de ella, Laura Greaves fulminó toda esperanza al obtener una nota de 87,179% con su inseparable Verdades. A sus diecisiete años, y tras vivir a la sombra de la gran Weihegold de Isabell Werth en las dos últimas finales y en los Juegos de Tryon, el KWPN de la norteamericana acariciaba la victoria que pusiera un broche de oro a su gran carrera.

Tercero el día de antes, el danés Daniel Bachmann Andersen firmó una gran actuación con el tuerto Blue Hors Zack, pero con una media de 85,468% se tuvo que conformar con el cuarto puesto. Otra estadounidense, Kasey Perry-Glass, batió su mejor registro con Goerklintgaards para acabar siendo quinta. Helen Langehanenberg también emocionó a la grada con un trote extendido de otro planeta a lomos de Damsey FRH que valió un tercer puesto final.

Penúltima en salir a pista, era el turno de Isabell Werth. Con un Scandinavium Arena en absoluto silencio, la amazona y su gran Weihegold explotaron en el cuadrilongo, y a pesar de su error en los cambios de pie al tranco, arrancaron al jurado una nota de 88,871% para entrar por la puerta grande en los libros de historia. Y es que Isabell Werth acababa de encadenar su tercer triunfo consecutivo en el circuito con la misma Weihegold y el quinto de su carrera. Junto a sus medallas de oro Olímpicas, ocho conseguidas en Juegos Ecuestres Mundiales y doce en campeonatos de Europa, este triunfo sigue ampliando su leyenda como atleta con más medallas en la historia del deporte ecuestre. A día de hoy, es imposible imaginar hasta donde es capaz de llegar Isabell Werth. A sus cuarenta y nueve años conserva la misma ambición que tenía en 1992, cuando ganó su primera final de la Copa del Mundo FEI de doma en este mismo escenario.