El gol de Pavel Padakin para Calgary despertó la mayor locura jamás vista en un estadio de hockey cuando el público comenzó a lanzar miles de ositos de peluche. Este acto masivo del equipo y afición canadienses se ha convertido anualmente en una hermosa tradición. Cada peluche será donado a un niño y en esta ocasión de batieron todos los récords: más de 26 mil unidades.