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Opinión | Serial 'Olímpicas Doradas': Simone Biles, los legados deportivos, sociales y de salud mental

Fernando Gómez

Actualizado 21/06/2024 a las 16:01 GMT

La undécima entrega del serial 'Olímpicas doradas' se ocupa de la gimnasta más galardonada en las grandes competiciones. La estadounidense Simone Biles, todavía en activo, ha acaparado la atención mundial, con actuaciones y desarrollo muy diferentes, en sus dos participaciones olímpicas. El periodista de Eurosport Fernando Gómez profundiza en la figura y en la obra de esta legendaria deportista.

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Nuestra undécima protagonista de 'Olímpicas doradas' es considerada la mejor en la historia de su deporte, la gimnasta artística, aunque sus números no la coloquen como la más galardonada en los Juegos Olímpicos y, a pesar de aproximarse a ello, tampoco salió de una única cita olímpica con la colección más valiosa de medallas. Este hito lo consiguió Larisa Latynina en Melbourne 1956, donde ganó el oro en la competición por equipos con la Unión Soviética y en otras tres finales: la de concurso completo, la de salto y la de suelo, aunque en este caso se trató de una primera plaza compartida, igualada a 18.733 puntos, con la húngara Agnes Keleti. La magiar salió de la cita australiana como tricampeona, pues se impuso en solitario también en las finales de barra de equilibrios y de asimétricas. En esta última con Latynina como segunda. En la relación de medallistas olímpicas la ucraniana de 89 años es la lideresa, pues nadie ha llegado a las 9 de oro y 18 totales, que atesora. Y en esa cosecha de cuatro oros y una plata es en la que la soviética supera a las cuatro preseas doradas y una de bronce con las que Simone Biles salió de Río de Janeiro 2016. Es cierto que la estadounidense sí puede decir que fue la única en lograr cuatro oros sin compartir en los mismos Juegos Olímpicos. Y por eso la hemos elegido, además de todo lo que en sí mismo representa la primera deportista de su país que llega a nuestro serial.
Utilizando criterios de resultados y de repercusión tendríamos que llegar a la conclusión de que en el podio histórico de la gimnasia femenina hay que situar a Latynina, a la rumana Nadia Comâneci (la segunda protagonista de 'Olímpicas doradas') y a Simone Arianne Biles, de 1,42 de estatura y nacida en Columbus, Ohio, el 14 de marzo de 1997. La norteamericana, que sigue en activo y tiene previsto competir en París 2024, acumula hasta ahora 4 medallas de oro olímpicas, una menos que la rumana, pero es la que más tiene de la historia si incluimos las grandes competiciones. Es la gimnasta, contando también a los competidores masculinos, más laureada de todos los tiempos con un total de 37 medallas entre Juegos Olímpicos (4 oros, 1 plata y 2 bronces) y Mundiales. El paso decepcionante de Biles por Tokio 2020, donde problemas de salud mental la obligaron a retirarse a mitad de la competición, hace que no haya podido trasladar a la competición de los cinco aros el dominio sin fisuras demostrado en los Mundiales, en los que ha sido la más completa en las citas de Amberes 2013, Nanning 2014, Glasgow 2015, Doha 2018, Stuttgart 2019 y de nuevo Amberes 2023. En todos estos Campeonatos, salvo el primero de Amberes, contribuyó a la victoria por equipos de Estados Unidos. Y por aparatos puede decirse que ha sido cinco veces campeona mundial en suelo (nadie la ha superado en una competición internacional en este aparato), tres en barra de equilibrios y dos en salto. El único aparato que no ha dominado Biles, que comparte con la de Estados Unidos la nacionalidad de Belice, es el de las barras paralelas asimétricas.
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Gimnasia | Simone Biles: "Hay que priorizar la salud mental"

Antes de recordar su hazaña en 2016, nos hemos de situar en lo acontecido cinco años después cuando todo el foco estaba puesto sobre ella y la presión le superó. Se retiró a mitad del concurso por equipos el 27 de julio y confesó abiertamente el problema de salud mental que en ese momento le hacía imposible seguir compitiendo en mínimas condiciones de seguridad. Sus compañeras Jordan Chiles, Grace Mc Callum y Sunisa Lee pudieron acabar en segunda posición con dos puntos de ventaja sobre el Reino Unido, haciendo posible otra presea olímpica, aunque de recuerdo no muy grato, para Simone. Se impuso el cuarteto del Comité Olímpico Ruso (Liliya Ajaimova, Anguelina Melnikova, Viktoriya Listunova y Vladislava Urazova), con un margen cercano a los tres puntos y medio sobre las norteamericanas. Biles se perdió el resto de la competición a excepción de su retorno para competir el último día, el 3 de agosto, en la final de la barra de equilibrios, donde acompañó en el podio con una imagen de relajación a las chinas Guan Chenchen y Tang Xijing, que acabaron, primera y segunda, respectivamente. Una plata por equipos con participación reducida y un bronce fue su balance de la cita japonesa. Muy lejos del que apuntaban los pronósticos, pero quizás fue más valiosa su aportación a los deportistas profesionales con el reconocimiento de sus miedos y dudas. No obstante, la carrera de Simone estuvo parada, con incertidumbre, pero sin anunciar la retirada, durante los dos años siguientes a Tokio 2020, pues permanecieron en ella los problemas de movilidad que le impedían controlar el cuerpo en las maniobras aéreas. Se trataba de los llamados twisties, cuya consecuencia es el deterioro súbito y sin explicación de habilidades sencillas en deportistas experimentados. Se pierde habilidad motora y se produce una debilidad de memoria muscular que resiente la confianza para la toma de decisiones en la competición. Le ha llevado su tiempo, pero en agosto de 2023 Biles regresó a la gimnasia de élite y lo hizo con un triunfo en el US Classic de Chicago. Al acabar lanzó el mensaje de que se trataba del primer paso para preparar su participación en París 2024. El siguiente avance lo dio al proclamarse, como ya ha sido expuesto, campeona mundial de nuevo en la localidad belga de Amberes. Y el último lo ha recorrido en este mes de junio al proclamarse por novena vez (ningún compatriota suyo hombre o mujer lo ha conseguido en tantas ocasiones) campeona de concurso completo de Estados Unidos. Su participación en la capital francesa deberá ser muy diferente a la de Japón y ya veremos hasta qué punto se puede aproximar a la de Río, que repasaremos como su gran logro deportivo en el siguiente párrafo.
Con 19 años en el verano de 2016, Biles ya se había proclamado en tres ocasiones la gimnasta más completa del planeta, pero tuvo que participar en los temidos Trials estadounidenses, que son las competiciones que sirven para seleccionar a los deportistas que representarán al país en los siguientes Juegos Olímpicos. La cita fue entre el 8 y el 10 de julio, aunque Biles obtuvo la clasificación ya al proclamarse vencedora en el concurso completo. Menos de un mes después, el 7 de agosto, comenzó en el Arena Olímpica de Río de Janeiro la exhibición de la gimnasta de Ohio. Al final de la jornada clasificatoria había obtenido con el primer puesto (no obstante, en las finales se parte desde cero) la clasificación para pelear por las medallas en concurso completo, suelo, barra de equilibrios y salto, además, por supuesto, del equipo estadounidense, que ya demostró un claro dominio sobre el resto, incluido China. En las paralelas asimétricas no obtuvo el pase a la final, pero su buena puntuación de 15.00 puntos fue la tercera mejor del equipo, con lo que también haría este aparato en la final por conjuntos. El primero de los 4 oros que consiguió Biles fue liderando a un conjunto en el que también participaron Gabby Douglas, Laurie Hernandez, Aly Raisman y Madison Kocian. La puntación final de 184.897 dejó la competición sin emoción por el puesto privilegiado del podio. Sí la hubo por la plata, donde las rusas sorprendieron a las chinas por menos de 7 décimas. Las asiáticas no consiguieron otra presea en la cita en la gimnasia artística femenina. El segundo triunfo de Biles llegó con el dominio con mano de hierro en la final de concurso completo. Su puntuación final de 62.198 le permitió contar con 2 puntos y 1 décima de margen para dejar en la segunda plaza a su compatriota Aly Raisman. El tercer puesto lo certificó la rusa Aliya Mustafina, que después se proclamaría campeona olímpica de asimétricas. A Simone le quedaba el reto de ser la primera gimnasta en imponerse en cinco competiciones en unos mismos Juegos. Tenía que trasladar a las tres finales por aparatos el dominio ya demostrado en Río. La de salto no supuso ningún problema al acariciar los 16 puntos después de los dos vuelos. En concreto, sumó la media de 15.966 puntos, que le permitieron ver de lejos en la clasificación a sus compañeras de podio: la rusa Mariya Paseka (15.253) y la suiza Giulia Steingruber (15.216). La racha se le rompió a Simone en el que se considera el aparato más complicado de la competición femenina (como el potro con arcos en la masculina): la barra de equilibrios. Si 5 años después su bronce de despedida en Tokio le supuso un cierto alivio, esta presea del mismo color le llegó como una decepción. Y así lo refleja la diferencia de nota que le otorgaron los jueces entre la clasificación (15.633) y la final (14.700) de casi un punto. De haber repetido puntuación hubiera conseguido la primera posición con cerca de dos décimas de renta sobre la campeona final, la neerlandesa Sanne Wevers (15.466). Como pequeño consuelo para Biles, la segunda plaza también se quedó en la delegación estadounidense con Laurie Hernandez (15.333). Faltaba el suelo, el aparato de la excelencia para nuestra protagonista. Si no fallaba sabemos que igualaría la exhibición de Latynina en 1956, aunque cambiando un bronce por una plata y también sería la primera gimnasta de su país en ganar cuatro pruebas en unos mismos Juegos Olímpicos. Y no solo no falló, sino que mejoró su prestación de 15.733 en la clasificación, que ya le habría valido para proclamarse vencedora. Su ejercicio de suelo en la final fue recompensado con una calificación de 15.966, la misma nota con la que se había impuesto en salto. Al igual que había sucedido en la final de todos los aparatos, le acompañó con la segunda plaza su compatriota Raisman (15.500). Y sin alcanzar los 15 puntos, la británica Amy Tinkler (14.933) fue la tercera mejor de las finalistas.
Biles es una mujer valiente que, además de reconocer haber sido una de las víctimas de los abusos sexuales del médico del equipo estadounidense de gimnasia Larry Nassar, demandó al FBI (Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos) en 2022 por no haber actuado después de conocer los hechos durante al menos un año, dando así la oportunidad de que continuase el delito colectivo con otras gimnastas. Por esta implicación en dar visibilidad a todas las personas que han tenido que soportar abusos sexuales, recibió aquel mismo 2022, el 7 de julio, la Medalla Presidencial por la Libertad, que le entregó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Aunque todavía permanezca en activo, Simone ha dejado como legado gimnástico dos elementos originales. Por un lado, en su aparato preferido de suelo, se atrevió a ejecutar el triple-doble, que equivale a decir dos saltos mortales con tres rotaciones cada uno. Hasta agosto de 2019 solo se había visto en la gimnasia masculina. Y por otro, y en el Campeonato nacional de aquel mismo año, ejecutó con éxito en la barra de equilibrios el doble-doble. Se trata de encadenar dos flic-flacs en un salto con dos giros mortales para atrás en la salida del ejercicio. En el aterrizaje de este doble-doble fue pionera de la gimnasia artística mundial, también la masculina.
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