Blog Olímpico: La deportista que viaja con un rifle en la maleta

El biatlón es una de las modalidades más vistosas del deporte blanco. Para los ajenos a la materia, se trata de una disciplina en la que se combinan el esquí de fondo y el tiro con carabina. Los participantes en estas pruebas tienen que cubrir un trazado de esquí en el que se incluyen varias zonas de tiro. Si aciertan con la carabina los cinco disparos pueden seguir su marcha. Si fallan deberán dar, en un circuito anexo, tantas vueltas de penalización como fallos hayan cometido disparando.

La disciplina obliga a los participantes a ser muy fuertes en el esquí de fondo, y certeros con la carabina. En el caso de Victoria Padial, la granadina está además obligada a vivir en modo Juan Palomo (yo me lo guiso, yo me lo como) durante toda la temporada. Sin apenas ayudas ni recursos (España no tiene estructura ni programa en esta disciplina), hay que agudizar el ingenio para poder competir en un deporte afamado en Europa pero no por estos lares. Victoria, acompañada por su entrenador Alex Nappa, ha mantenido vivo su sueño a base de comer muchos espaguetis, hacer pretemporadas en cámpings, realizar calendarios benéficos, comprar una furgoneta de segunda mano con la que viajar… La lista de sacrificios es casi tan grande como encomiable su esfuerzo por no tirar la toalla.

A todas esas dificultades hay que sumar una más. Las deportistas contra las que se enfrenta sí cuentan con grandes equipos y estructuras, y seguramente se preocupen lo justo por su material porque hay personal que se encarga de ello. Pero, ¿cómo se mueve una por el mundo llevando un rifle en la maleta? ¿Ha tenido problemas en sus viajes por llevar un arma?

Este exhaustivo control en los aeropuertos ha provocado algún contratiempo importante a Padial en sus desplazamientos. “Una vez se nos quedó en una escala y tardó dos o tres días en llegar y se nos echó la competición encima y no pudimos hacer los entrenamientos previos”. Pese a la comodidad de moverse en avión, termina resultando una experiencia “muy estresante” para la deportista. “Al final preferimos viajar en coche aunque sea un poco más pesado porque tienes tú el control de material y estás más tranquila”, sentencia Victoria.

En una carretera no hay tantos controles y resulta todo más sencillo, pero ¿qué pasa si te para la policía y encuentra un rifle en el maletero? A fin de cuentas no deja de ser un arma. “Lo bueno es que tenemos el coche rotulado con pegatinas de biatlón y cuando sacamos la acreditación o la invitación de la prueba a la que vamos no suele haber problemas. Nunca hemos tenido ninguna parada extraña, ha sido todo rutinario. Enseñas los papeles, ven que está todo en orden y te dejan pasar”, aclara Padial.

Al final, el hecho de que el biatlón sea un deporte que despierta pasiones en muchos puntos de Europa, facilita bastante las cosas: “Por los países que nos movemos es un deporte muy popular, la gente está habituada y no se extrañan de que viajes con el arma”.