Opinión | Serial 'Olímpicas doradas': Steffi Graf, el Golden Slam único

París, verano de 1924. Los tenistas estadounidenses Helen Wills y Vincent Richards logran el doblete en sus respectivos cuadros olímpicos de individual y dobles y en la mayoría de las situaciones impiden que los anfitriones se proclamen campeones. La norteamericana derrotó por dos veces a la francesa Julie Vlasto, que no pudo suceder en el palmarés a su compatriota, Suzanne Lenglen, que había sido la mejor en Amberes 1920. El título de dobles damas también fue acaparado por Wills, que, asociada con Hazel Wightman, derrotaron en el último encuentro de este cuadro olímpico a las británicas Kathleen McKane y Phyllips Cowell. En los chicos Henri Cochet, uno de los cuatro mosqueteros franceses, salió derrotado en ambas finales ante el mismo rival, Richards. En dobles el dúo formado por este último y Francis Hunter fue superior al integrado por Cochet y otro mosquetero, Jacques Brugnon. Por cierto, los otros dos para completar el cuarteto de los tenistas franceses más prestigiosos antes de la Era Open (1968), René Lacoste y Jean Borotra, se hicieron con la medalla de bronce. Añadimos que en el estadio de Colombes también se disputó la competición de dobles mixto, en la que Vincent Richards se quedó a una victoria de ser el primero en coleccionar oros en individual, dobles y mixto. Lo mismo que le sucedería a su compatriota Venus Williams en Río de Janeiro en 2016.

Los Juegos de París 1924 marcaron el final del entendimiento entre el movimiento olímpico y el tenis, que vivieron separados durante 64 años a efectos prácticos, pues este es el tiempo que transcurrió hasta que el principal deporte de la raqueta volvió de modo oficial al programa de unos Juegos de verano en Seúl 1988. Y en la capital de Corea del Sur se produjo un logro, que, si bien no sorprendió, y quizás tampoco se valoró en su justa medida en el momento de suceder, tiene un valor legendario, pues no ha vuelto a suceder. También influye que el acuerdo entre la ITF (Federación Internacional de Tenis) y el COI (Comité Olímpico Internacional) ha necesitado el paso de las ediciones para comprobarse que tenía un carácter indefinido. El autor de estas líneas ha comprobado que los resultados tenísticos olímpicos, como los buenos vinos, van aumentando su valor con el paso del tiempo.

El logro del que les hablo tampoco había sucedido antes. Solo lo ha firmado una mujer. Es la protagonista de esta primera entrega de artículos dedicados a gestas olímpicas femeninas que iremos recordando hasta el inicio de París 2024. Se llama Steffi Graf y conserva su nacionalidad alemana. Se presentó en Seúl con los cuatro títulos de Grand Slam ganados esa temporada. Las fechas olímpicas, entre el 17 de septiembre y el 2 de octubre (del 20 de septiembre al 1 de octubre para el tenis), de aquel año eran posteriores a la disputa del US Open. En cuya final Graf aseguró el Grand Slam verdadero (los cuatro títulos en el mismo año) al derrotar a Gabriela Sabatini. La argentina fue la única que logró vencer a la germana en todo el curso de 1988 y lo hizo por dos veces. Antes, en el estreno de las actuales instalaciones de Melbourne se impuso en la final australiana a la estadounidense Chris Evert, en el partido decisivo de Roland Garros había despachado en solo 38 minutos y sin ceder un solo juego a la bielorrusa (entonces soviética) Natasha Zvereva. En Wimbledon, la mejor de la historia en el torneo, la nacionalizada estadounidense de origen checoslovaco Martina Navratilova, tampoco pudo con Graf, a pesar de adjudicarse el primer set. Hay que reconocer que la australiana Margaret Court, con 28 años, había logrado también el Grand Slam en 1970, pero ni era año olímpico ni el tenis formaba parte todavía del programa competitivo oficial.

Graf, nacida en Mannheim el 14 de junio de 1969, tenía 19 años cuando se produjo su debut olímpico, aunque no fue su primera estancia en una villa olímpica, pues cuatro años antes participó y ganó el torneo olímpico de Los Ángeles 1984, sin embargo, no cuenta ni para su historial de los cinco aros ni para su palmarés (de haberlo hecho se habría acercado a solo un título individual del récord absoluto masculino en la Era Open que tiene el estadounidense Jimmy Connors con 109, aunque lejos las cifras fijadas por Navratilova, con 167, y Evert, con solo 10 menos) porque la competición tuvo un carácter de exhibición ya como último paso antes de la integración en el programa de los Juegos cuatro años más tarde. El lector ya habrá calculado que Graf tenía solo 15 años cuando remontó en la final a la entonces yugoslava Sabrina Goles por 1-6, 6-3 y 6-4. El tenis había sido deporte de demostración en México 1968, con doblete español en individual masculino gracias al oro de Manuel Santana y la plata de Manuel Orantes. En individual femenino triunfó la compatriota de Graf Helga Niessen.

El cuadro final del torneo olímpico individual de Seúl incluyó a 48 tenistas. Graf estuvo exenta en la primera ronda y debutó ante la georgiana de 20 años Leila Meskhi, que solo le aguató bien el primer parcial antes de acabar cediendo por 7-5 y 6-1. Ya en los octavos de final la germana tuvo como adversaria a la francesa Catherine Suire, quien también fue mostrando menos capacidad a medida que avanzaba el duelo y perdió por 6-3 y 6-0. El mayor obstáculo le sobrevino a Graf en los cuartos de final, donde la letona Larisa Savchenko Neiland, tres años mayor, le obligó a disputar un parcial definitivo para asegurarse la presea. Curiosamente, la alemana fue la única de las cuatro vencedoras de la ronda de las ocho últimas que no lo hizo en sets corridos. Se impuso por 6-2, 4-6 y 6-3, mientras que en el duelo de estadounidenses Zina Garrison doblegó a su compañera de dobles Pam Shriver (6-2 y 6-3), la búlgara Manuela Maleeva-Fragnière pudo con la italiana Raffaella Reggi (6-3 y 6-4) y la argentina Sabatini con la soviética Zvereva (6-4 y 6-3). Sin embargo, la de Mannheim aseguró la plaza en la final certificando su victoria más cómoda del cuadro repartiendo el segundo 6-0 de la competición. Se lo llevó Garrison (6-2 y 6-0), que compartiría el tercer escalón del podio junto a la búlgara, quien tampoco inquietó en la otra semifinal a Sabatini (doble 6-1). Hasta Atlanta 1996 no se incorporaron al tenis olímpico los partidos por la medalla de bronce, que se tenía garantizada por alcanzar las semifinales. Sabatini no sonrió durante la ceremonia de premiación, pero ha reconocido posteriormente que valora dicha medalla de plata como uno de los grandes momentos de su carrera.

Tres décadas y media después la conquista de Graf permanece como uno de los grandes hitos del tenis y del deporte en general. Y la presea dorada no fue el único equipaje extra con el que regresó de Corea del Sur. También acarreó una medalla de bronce en dobles damas junto a su compatriota Claudia Kohde Kilsch. Perdieron en semifinales con las checoslovacas Jana Novotna y Helena Sukova, a su vez derrotadas en la final por las estadounidenses Shriver y Garrison. Graf añadió cuatro años después a su colección el subcampeonato de Barcelona 1992, al ceder en la final olímpica con la estadounidense Jennifer Capriati, de solo 16 años. El palmarés de Graf es impresionante. Sus 22 títulos de Grand Slam solo ceden en el tenis femenino ante los 24 de Court y los 23 de la estadounidense Serena Williams, pero solo ella puede decir en el tenis profesional de mujeres y hombres que ha vencido al menos en 4 ocasiones todos los títulos de Grand Slam. Ganó 5 veces el torneo de Maestras, condujo a su país a dos triunfos en la actual Copa Billie Jean King y a uno en la Hopman Cup. Graf posee también el récord femenino de más semanas pasadas como número 1 mundial, con 377, 186 de ellas consecutivas, y en 1999 fue nombrada mejor jugadora del siglo XX por la agencia de noticias estadounidense Associated Press.