Paul-Henri de le Rue, del coma a rozar medalla

La historia de Paul-Henri de le Rue podría haber quedado eclipsada como la de uno más de los múltiples deportistas que se ha tenido que conformar con el cuarto puesto, probablemente el más amargo entre todos aquellos que disputan unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, lo que diferencia el cuarto puesto de De le Rue en Sochi es la sobrehumana capacidad de superación que ha llevado al 'snowboarder' galo a ser considerado uno de los héroes del Rosa Khutor Extreme Park, el peligroso circuito en el que se han celebrado las pruebas de snowboard.

Paul-Henri de le Rue sufrió un aparatoso accidente el 12 de enero en la prueba de la Copa del Mundo que se celebró en Andorra, en la que chocó con un 'snowboarder' italiano sufriendo lesiones importantes. Sus pulmones quedaron dañados y perdió la consciencia, lo que obligó a los servicios médicos a trasladarlo al hospital de Toulouse, en el sur de Francia, donde fue inducido en el coma para que todos los daños que había sufrido se estabilizaran.

Según se informa en medios franceses, el estado de salud del 'snowboarder' fue preocupante, recogiendo algunas publicaciones que al día siguiente tan solo era capaz de recordar su propio nombre. Sin embargo, desde el momento en el que abrió los ojos comenzó una cuenta atrás para poder llegar a tiempo a la cita olímpica de Sochi. Los plazos fueron cumpliéndose con gran rapidez y a dos semanas de que comenzaran los Juegos Olímpicos, De le Rue ya estaba perfilando sus trucos sobre la tabla.

Finalmente la ceremonia de entrega de medallas estuvo protagonizada por su compatriota Pierre Vaultier, el ruso Nikolay Olyunin y el estadounidense Alex Deibold, pero la victoria moral ya tenía dueño, y no era otro que Paul-Henri de le Rue, la historia de superación de los Juegos de Sochi, y posiblemente de lo que quede de año.