Emocionante final

Vimos su combate, una superfight ante "El Escorpión Rojo" Alexey Ignashov, y a mí Bonjasky no me termina de convencer. Es el campeón de los dos últimos años, pero no tiene la garra ni la determinación de algunos de sus rivales. Ante Ignashov arriesgó muy poco, se reservó quizás para la final y solo en el asalto extra puso algo más para llevarse una victoria poco estimulante. De piernas anda muy bien, y de técnica sobrado, pero adolece de conformismo y de falta de entrega en ocasiones. Muchas veces con lo primero le basta para vencer a sus rivales.

En otros combates de la gala, vimos al gigante neerlandés Semy Schilt haciendo una labor muy seria, presionando sin cesar al brasileño Glaube Feitosa al que impidió casi totalmente sacar su letal high kick, esa precisa patada alta con la que te puede afeitar sin corte alguno. Schilt dominó y convenció, haciendo uso constante de su rodilla izquierda, un escalofriante martillo pilón en busca de la cabeza de su rival.

Le espera en la fase final Ray Sefo, el neozelandés, que haciendo su trabajo de siempre se impuso a un encogido Kaoklai Kaenorsing, que sorprendió por su inocuidad ante los numerosos kilos de diferencia del oceánico. El tailandés dejó sus armas en el vestuario, y casi en exclusiva utilizó sus extremidades inferiores para desplazarse y mantener el equilibrio.

Otro que sorprendió agradablemente fue el francés Jerome Le Banner, el campeón sin corona, el de "este año sí", el guerrero sin marcha atrás, que fundió en dos minutos al peligroso triniteño Gary Goodridge. Una combinación memorable, low kick talador, y patada alta al rostro. Implacable. Llega fuerte este año tras dos victorias excelentes, ante Ciryl Abidi y ante Goodridge.

Su rival en la gala final del Tokio Dome será el multicampeón neerlandés Peter Aerts, otro duro luchador con un hacha en cada pierna. Mighty Mo aguantó dos asaltos ante Aerts, que tras una herida en la zona tibial pareció que tendría problemas para terminar la pelea. Se cambió el hacha de pierna y fulminó al pegador norteamericano. Una lástima que dos luchadores tan en forma se tengan que enfrentar en cuartos de final de la fase definitiva. De este enfrentamiento puede salir el ganador, o un semifinalista herido en la batalla.

El próximo lunes 24 de octubre a partir de las 9 de la noche , tendremos la segunda parte de este torneo semifinal. Quedan tres plazas. Una la disputarán dos singulares luchadores, 160 kilos del ex jugador de fútbol americano Bob Sapp, ante los 2,18 cm. de estatura del coreano Hong Man Choi. Dos extravagantes gladiadores, pero con un reconocido progreso técnico, o por lo menos competitivo.

Otra plaza será para el local Musashi, finalista ante Bonjasky en las dos últimas temporadas, batallador, rocoso, aunque ayudado por los jueces en algunas decisiones, o para "El Búfalo Blanco" surafricano Francois Botha. Difícil papeleta para el barbudo ex boxeador en su lucha ante el nipón.

Y por último, el joven ruso Ruslan Karaev frente al sueco Richard Nordstrand. Favorito Karaev que asombró en el torneo de Las Vegas por su agresividad y potencia.

En definitiva, una competición, unos programas que no se pueden perder los aficionados.