Historias Eurosport: John Surtees, el único genio de dos y cuatro ruedas

Cuando se habla de las dos máximas categorías del motociclismo y del automovilismo a la gente le puede venir a la cabeza nombres tan ilustres que hicieron historia en una u otra disciplina: Los nueve títulos de campeón de Valentino Rossi, las 122 victorias de Giacomo Agostini, los siete títulos de Michael Schumacher o los cuatro mundiales consecutivos de Sebastian Vettel. Pero siempre hay un sentimiento de que si una estrella elige o se especializa en una, difícilmente puede tener éxito en la otra.

Pues bien, hay una persona que fue única en su época y que tenía entre sus manos un talento tan innato para los deportes de motor, que daba igual la competición a la que tuviera que hacer frente porque siempre salía victorioso. Dos o cuatro ruedas, motos o coches, carreras de una hora o carreras de resistencia. La adrenalina de la gasolina corría por su sangre. Hablamos nada más y nada menos que de John Surtees; único piloto en la historia del motor en ser campeón en las dos máximas categorías del motociclismo y del automovilismo, la Fórmula 1 y el Mundial de MotoGP.

John Surtees nació el once de febrero de 1934 en Surrey (Inglaterra) y este 10 de marzo, justo cuando empieza el Mundial de MotoGP 2019 en Losail, se cumplen dos años de su muerte. La pasión por el motociclismo le viene heredada de su padre, que también fue piloto profesional, además del pequeño negocio familiar de venta de automóviles en Westerham.

Su carrera dentro de la competición empieza con tan solo 15 años, pero acapara sus primeros titulares en 1951 cuando en una carrera celebrada en el Circuito de Thruxton es capaz de plantar cara al mejor piloto del momento, Geoff Duke. Esto llamó la atención de muchos jefes de equipo y en 1955, el jefe de Norton, le ofrece la posibilidad de correr con una de sus motos oficiales. Buena montura para Surtees y victorias fáciles para el joven piloto inglés, que es capaz de imponerse en Silverstone y Brands Hatch, esta vez sí, al campeón Duke.

Diversos problemas económicos de la marca Norton hicieron que aceptara la oferta de MV Agusta para correr forma de paralela en las categorías de 350cc y 500cc, máxima categoría del Mundial de MotoGP hasta que en el año 2002 pasó a denominarse MotoGP a secas. Ya en el mismo año, 1956, se corona campeón de la categoría, otorgando a Augusta su primer campeonato en la cilindrada máxima. Tras este gran paso en su carrera, se le empieza a conocer como el ‘anti-Duke’ ya que es capaz de romper el dominio aplastante de Geoff Duke, ganador de cuatro campeonatos de 500cc, tres de ellos consecutivos.

En 1957 no pudo repetir éxitos en ninguna de las dos categorías, por diversas lesiones, averías y caídas que hicieron que perdiera algo de ilusión debido a sus altos niveles de exigencia. Incluso se llegó a plantear la posibilidad de cambiar de marca y aceptar la oferta para llevar la Moto Guzzi 500 V-8, una máquina completamente revolucionaria para su época pero…

El pacto de la abstención llevó a Moto Guzzi, Mondial y Gilera a abandonar el campeonato y “Big John” se quedaba sin probar esa montura tan revolucionaria. MV Agusta también se tendría que haber sumado a ese pacto de abandonar el campeonato, pero finalmente el conde Vincenzo Agusta tomó la decisión seguir y gracias a ello la grandeza de John Surtees es ahora tan fenomenal.

La continuidad provocó que el británico fuera el dominador absoluto en las categorías de 350cc y de 500cc en los siguientes años. Lo ganó prácticamente todo. Entre 1958,1959 y 1960 consiguió subir a lo más alto del podio en 32 de las 39 pruebas que disputó y alzarse los tres años con el título en las categorías mencionadas anteriormente. No le bastaba con todo esto al bueno de Surtees que ya en 1960 empezó a hacer sus pinitos en el mundo de las cuatro ruedas ya que su contrato con Agusta le prohibía participar en cualquier otra carrera que no fuera el Mundial de Motos, “pero mi contrato no decía nada de pilotar coches” llegó a reconocer años después y en ese punto exacto fue cuando le empezó a picar el gusanillo.

Su debut se produjo en el Gran Premio de Mónaco en 1960 a bordo de un Lotus. No tuvo mucha suerte, ya que tuvo que abandonar, pero eso no sería impedimento para que el protagonista de esta historia siguiera haciendo Grandes Premios, a la vez que lo compaginaba con la doble categoría en el Mundial de MotoGP. ¡Y todo esto con tan solo 26 años! Sin más objetivos que cumplir y sin un rival directo que le pusiera en verdaderos aprietos, decidió dejar las dos ruedas e intentar hacer historia sobre cuatro ruedas. Sus dos primeras temporadas le valen para conseguir un par de podios y llamar la atención de Ferrari.

Su llegada a la Scuderia en 1963 le hace ser candidato al título desde el primer momento y tener la posibilidad de poner su nombre en los libros de historia sobre motor. Ese primer año le sirvió para sumar para una victoria en el Gran Premio de Alemania y dos podios para acabar cuarto en la general de pilotos. Pilotos legendarios como Graham Hill y Jim Clark se percatan que tienen ante sí un genio que les puede plantar cara.

Y llega 1964… Un año marcado en la historia de los deportes de motor, al producirse el hecho de que por primera vez había un doble campeón del mundo en dos y cuatro ruedas. Con dos victorias en el año hubo que esperar a la última vuelta, de la última carrera del Gran Premio de México, al más puro estilo Hamilton-Massa, para que sucediera.

La historia ya estaba hecha con Ferrari y con la historia del motor en general, pero no satisfecho con eso lo siguió intentado sin tanto éxito en la Fórmula 1, incluso llegó a formar su propia escudería que desapareció en 1978 por problemas de liquidez.

El 10 de marzo de 2017 nos dejaba el que posiblemente sea el piloto más grande de la historia del mundo de motor.

Sobre el heptacampeón del mundo de Fórmula se llegó a rumorear su decisión de participar seriamente en carreras. En unos entrenamientos en Cartagena con una Honda para preparar el Campeonato de Resistencia llevados a cabo en 2009, el alemán sufrió un duro accidente en la que algunos medios llegaron a publicar que sufrió la rotura de dos costillas.

El ídolo italiano probó varias veces el Ferrari de Fórmula 1 sin descartar un paso a las cuatro ruedas viendo su asombroso palmarés en el Mundial de MotoGP. Incluso la escudería italiana llegó a publicar su nombre entre los candidatos a sustituir a Felipe Massa después de su grave accidente. A pesar de haber ganado en múltiples ocasiones el Monza Rally Show y participar todos los años, llegó que ya es mayor para probar suerte en la F1.

Con la llegada de Honda al Gran Circo, Alonso tuvo la suerte de poder rodar con Márquez un par de vueltas con la moto del campeón. Una simple probatura para Fernando, nada de cambiarse de categoría.

Ya en 2018 Márquez y Pedrosa tuvieron también la oportunidad de cambiar por un momento de deporte y probar un Toro Rosso, con motor Honda.

En conclusión: Muchos lo han intentado, pero nadie ha conseguido igualar la leyenda de John Surtees.