Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo

Ian Thorpe

Eurosport
PorEurosport

Actualizado 09/05/2012 a las 21:39 GMT

A sus 24 años Ian Thorpe abandonó la competición dejando un legado de victorias y récords casi irrepetible. Australia lloró su perdida y en la historia de la natación quedó grabado el prematuro adiós de unos de los mejores nadadores de todos los tiempos. El por qué sigue siendo un misterio.

Corría el año 2004. Ian Thorpe boqueaba con la lengua fuera tras ganar otra medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas . Fatigado, sin aire que llevarse a la boca, vacilante, ganó el australiano. Algo fallaba.
Era el principio del fin. Nada en su aspecto recordaba su exultante forma en Sydney 2000, cuando era una máquina perfecta de nadar: literalmente un pez en el agua. Venció y consiguió ocultar su declive, pero ya era vulnerable.
"... Y DE PRONTO LEVANTÉ LA CABEZA"
El australiano, poseedor de 13 récords mundiales y ganador de cinco oros olímpicos: descubrió a los 24 años que no quería competir más, "comencé a mirar en mi interior no sólo como nadador, si no como persona. Nadaba largo tras largo, absorto en la línea negra... Y de pronto levanté la cabeza ".
Thorpe, uno de los pocos nadadores capaz de poder discutir a Johnny Weissmuller, Mark Spitz o Michael Phelps, dejó un legado inolvidable y un estilo irrepetible. La piscina era el medio natural de este milagro genético de 1,94, flexible como una manguera, con un 54 de pie y dos brazos largos y voluminosos capaces de volar sobre el agua.
Sus últimas frases conmocionaron a Australia: "Discontinuaré mi carrera como nadador profesional. No quiero hablar de poner fin a nada. Nunca me cerré puertas y no hablaré de retirada. Pero nunca más volveré a competir. Ya no encuentro la misma satisfacción en romper récords". Ningún australiano ganó más medallas que él en unos Juegos. Era un héroe nacional, en un país donde la natación es un deporte de culto y sus deportistas autenticas banderas nacionales. Su despedida es, y será siempre, un misterio difícil de entender .
¿Las lesiones, la presión, el hastío? Thorpe se fracturó una mano poco antes de abandonar la competición, casi nunca necesitó dar el máximo de sí mismo para ganar y siempre mostró una cara afable fuera de la piscina. Todos argumentos vacíos o cojos para encontrar un por qué. Uno de esos casos incompletos, que de vez en cuando salpican el mundo del deporte. Tan exigente, tan frío, tan ingrato en algunas ocasiones. Es el otro lado del éxito. El peaje que todos pagan y algunos no quieren pagar. Ian se cansó de competir. El resto sólo él lo sabe.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio