Blog De La Calle: El surfista y el tiburón

Mike conoce perfectamente las playas de Jeffreys Bay. De hecho, allí ganó su primera prueba del Mundial de surf hace años. Luego vendrían muchas más, tantas que llegó a proclamarse campeón del mundo en más de una ocasión. Él sabía que en aquella playa del sur de Sudáfrica había tiburones, pero nunca habían atacado a los surfistas, y muchos menos en plena competición, con el revuelo de las lanchas, las motos de agua y todo ese trasiego en el agua. 

El australiano estaba subido a su tabla tratando de divisar el horizonte en busca de una buena ola que surfear. Y entonces ocurrió. Mientras Mike miraba al horizonte, a un par de metros escasos de su espalda, emergió una enorme aleta de tiburón. Él no la vio, pero todos los que seguían la final del J-Bay Open entre Fanning y Julian Wilson, se percataron de ello. "De repente, sentí que tenía algo detrás. No sabía que era. Salté instintivamente sobre mi tabla. No me dio tiempo ni a pensar si era una aleta. Sólo sabía que algo pasaba”.

Su madre, Elizabeth Osbourne, veía tranquilamente por televisión a su hijo mayor tratando de ganar otra prueba de surf. "Salté del sofá y me hubiera encantado lanzarme al televisor para salvarlo”. Fueron segundos aterradores para una mujer que había enterrado hace 17 años al otro hijo de la familia, Sean, tras fallecer en una accidente de tráfico. “Me quedé sobrecogida y cuando comenzó el forcejeo pensé que ahí se acabaría todo. No veía lo que estaba pasando bajo el agua, pero entonces volví a ver aparecer a Mike y di gracias al universo por que no le faltara una pierna”. 

Los gritos en la playa comenzaron a sucederse. Entre ellos los de Kelly Slater, leyenda del surf con diez títulos en su palmarés. “Estaba firmando autógrafos cuando escuché los gritos de pánico de la gente. Miré a la pantalla y vi a Mike peleando con el animal. Salí corriendo hacia la orilla y vi cómo afortunadamente las motos de agua lo traían sano y salvo. Vimos varios repeticiones del ataque y me quedé asombrado de que no sufriera ningún daño. Fue aterrador. Cuando llegó a tierra le di un abrazo. Estaba en shock. Creo que no era consciente de lo que había ocurrido y de la suerte que había tenido. Me contó que el tiburón le golpeó unas cuantas veces, pero no tenía ni un rasguño, ni una herida, ni sangraba por ningún sitio. Un auténtico milagro”. 

 Para Fanning esos segundos fueron una eternidad. Después de intuir la aleta del tiburón, saltó sobre la tabla tratando de recoger las piernas. En lo primero que piensa uno cuando visualiza el ataque de un tiburón es en agrupar el cuerpo para evitar que el escualo muerda cualquier miembro. "De repente, empezó a tirar de mi”.El tiburón había enganchado el invento, la cuerda que conecta la tabla al tobillo del surfista para evitar que se le vaya. "Sentí que la cuerda me arrastraba hacia abajo. Y pensé en lo peor. Entonces vi su aleta y me subí a la tabla tratando de protegerme”.

En las imágenes se aprecia cómo el tiburón golpea en la cabeza al surfista de un coletazo al revolverse. Pero Fanning no se acuerda de eso. Estaba demasiado ocupado tratando de zafarse del animal, que era mucho más grande que en envergadura y peso. "Intenté golpearle. Seguía arrastrándome tirando de la cuerda. No sabía qué hacer. Trataba de poner la tabla entre mi cuerpo y él. Y le golpeaba para que se asustase. Me sentí insignificante. Esa cosa se movía de forma poderosa e increiblemente rápida para su tamaño. Es un animal salvaje y tiene emociones... Toman esas decisiones sólo cuando tienen hambre y yo iba a ser su comida”.

 A unos metros de allí su contendiente en la final, y discípulo deportivo, Julian Wilson, trató de de acercarse, pero Mike le gritó que se alejase. "Nadé por encima de la ola, rezando para que Mike estuviera allí ... Uno se imagina lo peor. Sentí que no llegaría a tiempo",explicó Wilson, a quien Fanning agradeció el gesto de poner en peligro su vida para salvarse al tratar de acercarse. “Julian es un superhéroe. Como guerrero y leyenda que es, vino a por mí. Pocos habrían hecho lo que él hizo”, declaró el australiano tras el gesto de auxilio de Wilson.

En el forcejeo, Fanning llegó a perder la tabla. "Cuando perdí la tabla pensé que estaba acabado. Fue el peor momento. Escapar del ataque de un tiburón sin un rasguño es un auténtico milagro. Y hacerlo sin nada para defenderte más aún”.Sin embargo pudo recuperarla. "Volví a mi tabla y seguí golpeándole. Tenía claro que era o yo o el tiburón”. Entonces el escualo se alejó y el asutraliano nadó rápido lejos del lugar del incidente, siendo auxiliado inmediatamente por una moto de agua. 

Pese al aterrador episodio vivido, Mike Fanning volverá a competir: “Inconscientemente estaré pendiente de lo que pasa bajo mis pies, pero no puedo tirar la toalla. Me subí a una tabla para disfrutar de las olas y eso es lo pretendo seguir haciendo. La vida me ha concedido una segunda oportunidad, así que debo aprovecharla al máximo y no conozco una manera mejor de hacerlo que surfeando”.