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¡Que no entrenen tanto!

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PorEurosport

Actualizado 17/06/2011 a las 15:30 GMT

Cirujanos ortopédicos pediátricos dieron la voz de alarma sobre el incremento de lo que no dudaron en calificar de "maltrato infantil" relacionado con la práctica abusiva de actividades deportivas, señalando a padres, clubes y entrenadores como máximos responsables de presionar a los niños.

Niños fútbol

Fuente de la imagen: Imago

Que tu hijo llegue a ser una gran figura del deporte como Rafael Nadal o Leo Messi puede llegar a ser perjudicial para su salud si durante el proceso se abusa del ejercicio físico. Así lo han asegurado responsables de dos de los seis centros de referencia nacional en cirujía ortopédica: Pedro González Herranz, del Hospital Teresa Herrera, de A Coruña, y Rosend Ullot, del Niño Jesús, de Barcelona, presentes ambos en el congreso nacional celebrado en A Coruña.
Los doctores aseguran que tanto padres como clubes y entrenadores ejercen a veces sobre los niños excesiva presión, de modo que "se les exige una preparación física y un rendimiento para el que el esqueleto del niño no está preparado, no puede soportar la intensidad de entrenamiento de un adulto", recalcó el especialista del hospital coruñés. "Un niño de 10 años no debe entrenarse tres horas diarias; si sigue así, veremos secuelas seguro", añadió Herranz,
Juegan estando lesionados
Ullot llegó más lejos y puso el acento en la reincorporación de los pequeños al ejercicio pese a estar lesionados. "Son los padres los que deciden si el niño juega o no, y niños sin alta médica están jugando. Eso es maltrato", subrayó sin dudarlo. "La causa de una recaída es siempre la prisa y la gran mayoría de los niños vuelven a jugar antes de tiempo", confirmó el médico del hospital gallego.
Asímismo, Rosend Ullot censuró también el ejemplo de recuperaciones en tiempo récord que a menudo se publicita en el deporte de élite, y enumeró entre las secuelas desde artrosis prematuras a problemas en el desarrollo óseo.
Se pierden figuras por el camino
Los doctores lamentan que estas medidas de presión terminen en muchas ocasiones con las carreras deportivas de futuras estrellas del deporte. "Muchos niños que podrían ser deportistas de élite se pierden por jugar lesionados con 10-11 años", afirma Ullot. Por su parte, Herranz reclamó atención por parte de los padres: "Si creemos que tenemos en casa un diamante en bruto, hay que cuidarlo», dijo gráficamente antes de apostillar que, «por parar, los niños no van a perder su nivel".
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