Un estudio científico que daría la razón a Barquero ya avisó de posibles positivos accidentales

A finales de 2020 la prestigiosa editorial de publicaciones científicas Wiley Analytical Science publicó un artículo titulado "Deteción de clostebol en deportes: ¿Dopaje accidental?", tras la realización de una serie de investigaciones hechas con voluntarios que se aplicaron sobre la piel medicamentos y posteriores análisis de orina en los que se detectó la sustancia -esteroide sintético androgéinoco con efectos anabólicos-.

La investigación demostró, según sus autores, que tras una aplicación terapéutica de crema es posible la detección de su principal metabolito en la orina, lo que supondría una infracción de dopaje, pero también que "un contacto ocasional con la zona de aplicación de otras personas que hayan utilizado la crema puede producir un hallazgo analítico adverso".

El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), cuya división antidopaje tratará el caso de la patinadora española, decidió en 2020 anular la sanción de un año que la Federación Internacional de Natación (FINA) impuso al nadador brasileño Gabriel Da Silva Santos, quien dio positivo en un control de dopaje fuera de competición. Tres años antes el propio TAS sancionó con 18 meses a la esquiadora de fondo noruega Therese Johaug por un positivo con la misma sustancia, que ella argumentó haber absorbido a través de una crema labial. Los jueces que estudiaron su caso dieron credibilidad a su versión, pero la sancionaron por falta de negligencia.

El estudio científico consideró que la mayoría de los casos detectados en deporte "están relacionados con un uso no consciente de la droga o a través del contacto con familiares o compañeros de equipo que la utilizan". "Hemos demostrado que tras una única administración transdérmica de 5 mg de acetato de clostebol y un contacto transitorio con la zona de aplicación, es posible generar hallazgos analíticos adversos en los controles antidopaje", concluyó la investigación, que no descartó falsos negativos.