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Blog De la Calle: Arpaillange, enemigo íntimo

Fermín de la Calle

Actualizado 29/03/2018 a las 14:48 GMT

El director de Competición de Rugby Europe está señalado por el caso del Bélgica-España. Su informe ataca ferozmenta a los Leones y World Rugby busca culpables.

Michel Arpaillange

Fuente de la imagen: Eurosport

Hace días que Octavian Morariu, presidente de Rugby Europe, pisa poco la oficina. El rumano está pendiente de cerrar la venta de su compañía de gestión de residuos urbanos, basura, por una suculenta cifra. Lástima que haya coincidido con el escándalo del Bélgica-España celebrado en Bruselas. Algo que ha dejado vía libre a uno de los pesos pesados de la organización, Michel Arpaillange.
El francés es uno de los hombres mejor remunerados de la institución. Un tipo oscuro con un ejército de dirigentes mediocres a su servicio que obedecen sumisamente por un 'sueldo' que asciende a unas suculentas dietas y un poco de notoriedad. Entre ellos destacan dos compatriotas suyos. El primero es Bernard Jargeac, referido por muchos como El Luxemburgués, por haber representado a dicha federación. Es el chico de los recados de Arpaillange. El hombre que gestiona la comunicación y la web de Rugby Europe. En estos días anda muy atareado recopilando toda la información que se publica, especialmente en España, por orden del jefe.
El otro es una institución en el rugby europeo, Patrick Roben. El poder fáctico de Rugby Europe en el tema arbitral. El tipo que designa los árbitros y los Match Comissioners para los partidos. Entre estos últimos apareció hace unos meses sorprendentemente Alfonso Mandado, el que fuera presidente de la Federación Española durante diez años. Mandado fue recomendado para tal labor por la actual Federación que preside, Alfonso Feijoo. Y Feijoo fue designado seleccionador en el Mundial de 1999 sustituyendo a última hora al neocelandés Bryce Bevin, con el visto bueno de Alfonso Mandado, mánager de la selección entonces. ¿Quid pro quo?
El asunto es que Roben, aficionado a visitar los países eslavos, designó a un rumano para dirigir el Bélgica-España del VI Naciones B. La Federación Española tardó en reaccionar semanas. El día después de conseguir una victoria épica ante Rumanía elevó a Rugby Europe una protesta por esa designación, a sabiendas que la queja acabaría en la papelera del email de Roben. Una queja que España nunca trasladó a World Rugby.
Rugby Europe decidió no retractarse por la decisión y mantuvo a Vlad Iordachescu como colegiado del partido en Bruselas. Pero para calmar la inquietud española Michel Arpaillange se autodesignó Match Comissioner del duelo. Hasta entonces Arpaillange era considerado por los dirigentes españoles como una garantía de normalidad y un "amigo" de España. Si está Arpaillange, nada puede ir mal... presumían nuestros ingenuos dirigentes. Otra cosa es lo que se pensaba en el vestuario de la selección, donde estaban con la mosca detrás de la oreja. Especialmente desde que un periodista inauguró la rueda de prensa tras la victoria sobre Rumanía preguntando al seleccionador por la designación de Iordachescu para Bruselas.
El asunto es que el rumano condicionó el partido hasta llevar a España a la derrota, como se afirmó en la conference call celebrada la semana pasada en Rugby Europe. El choque terminó con un tumultuoso final en el que los jugadores españoles, frustrados por la labor del rumano, persiguieron indecorosamente al colegiado en una imagen que ha dado la vuelta al mundo y ha encendido las alarmas de World Rugby. El episodio se le fue de las manos a Rugby Europe y Michel Arpaillange quedó totalmente expuesto, en el centro del foco.
El francés ha realizado un informe, en calidad de Match Comissioner del choque, en el que carga con todo contra los españoles. Agrava notablemente los incidentes del final del partido y llega a afirmar que los jugadores españoles no acudieron al tercer tiempo. Cosa que es totalmente falsa, porque estuvieron en el mismo, junto a prensa y aficionados. Los que allí estuvimos lo podemos constatar. Quien no apareció por allí fue Arpaillange.
Concurre además que el director de competición de Rugby Europe es el responsable último de la designación de Iordachescu para el Bélgica-España. El panorama se le ha ido complicando al francés, lo que ha provocado que su posición haya ido ganando beligerancia hasta el punto de pasar de "amigo" de España a ser el principal "enemigo" de los Leones en todo este capítulo. World Rugby va a entrar la semana que viene a legislar este asunto y lo hará como un elefante en una cacharrería en nombre de la ejemplaridad del rugby.
Las huestes de Agustín Pichot, que se ha mostrado muy activo en redes sociales en referencia a este tema, no han entrado hasta ahora por la dejadez de la Federación Española, que prefirió solucionarlo de forma doméstica con la misma gente con la que se ha sentado durante años a la mesa en lugar de denunciarlo a la institución mundial desde que conoció la designación del rumano. El informe que ha realizado Alain Roland para World Rugby sobre la actuación de Iordachescu es suficientemente concluyente como para que el rumano no pite nunca más un partido de este nivel. Los jugadores españoles que protagonizaron el incidente del final del partido también 'sufrirán' la ejemplaridad de World Rugby.
Y la tercera pata es Rugby Europe, que será merecidamente la tercera 'víctima'. Todas las miradas están puestas en Arpaillange, que no quiere ni oír hablar del asunto, pero que sabe, mientras celebra su cumpleaños hoy jueves, que cada hora que pasa se estrecha más el cerco a su alrededor. Y esta vez los amigos españoles no están de su lado.
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