Rugby Ch., Australia-N. Zelanda: festín wallaby ante los All Blacks a días del Mundial (47-26)

Dice la cábala que ningún ganador del Rugby Championship ha ganado después del Mundial. Y esa es la única lectura positiva que puede sacar Nueva Zelanda de su sonada derrota en Perth ante unos renacidos wallabies (47-26). Steve Hansen no puede estar muy contento con el desempeño de sus chicos en esta edición del Cuatro Naciones. Las probaturas no han arrojado luz sobre el juego del equipo. La delantera ha sufrido mucho, demasiado, algo que ha afectado a la calidad de las pelotas con la juega su línea. Los All Blacks han permitido demasiado juego dentro de su defensa ante springboks y wallabies. Y solo el excesivo respeto de los Pumas les libró de otra derrota en suelo argentino.

Mo'unga ha dejado claro que es un apertura más ortodoxo que Beauden Barrett, lo cual en realidad no tiene por qué ser algo positivo para el juego neozelandés. Tiene una patada más consistente, pero alejar a Beauden de la pelota y de la línea defensiva adversaria solo puede entenderse como una gran noticia para los rivales. Y además al poner a Barrett de zaguero, desplaza al ala a Ben Smith, quien cae en la más absoluta intrascendencia. Y todo con McKenzie lesionado. Contra los wallabies los kiwis salieron con la delantera revolucionada. Ardie Savea regaló golpes injustificados y Scott Barrett se marchó porque le cazaron golpeando a Hooper en una de esas jugadas que hay cientos en un partido. Pero video en mano Garcés, otra vez Garcés, le mandó al vestuario al final de la primera parte.

Los aussies han madurado una línea en la que Cheika, después del destierro de Folau, ha entregado los galones a Beale como zaguero y ha repescado al talentoso e indómito O'Connor. Solo falta Quade Cooper para reunir a The Three Amigos, algo improbable, por no decir imposible. Y el maridaje de estos con dos dos fuerzas de la naturaleza como Kerevi y Koroibete y un Hodge en estado de gracia ha funcionado a las mil maravillas. Un equipo muy agresivo en ataque que en la segunda mitad, y en superioridad, logró 31 puntos ante los neozelandeses.

Cheika tiene mimbres para hacer un equipo peligroso de cara al Mundial. Pero necesita algo de lo que Australia ha adolecido durante mucho tiempo: disciplina y compromiso. Dos palabras que no casan con el modus operandi del grupo en los meses recientes. Sin embargo, la aparición de jugadores discretos y trabajadores como Rodda, Arnold, Naisaranni o Salakaia-Loto ha aportado esa ética de trabajo en el grupo que faltaba.

No deberían sacar conclusiones apresuradas ni Hansen nni Cheika, pero el partido y este Championship dejan muchas lecturas que sí deben tener en cuenta ambos. Nunca han estado los rivales de los All Blacks tan cerca de los kiwis. Y eso aventura un Mundial divertido.

-AUSTRALIA: Kurtley Beale, Hodge, O’Connor, Kerevi, Koroibete; Lealiifano, White; Naisarani, Hooper (c), Salakaia-Loto, Arnold, Rodda, Alaalatoa, Latu, Sio. También jugaron Folau Fainga’a, Slipper, Tupou, Coleman, Jones, Genia, Toomua y Banks.

-NUEVA ZELANDA: Beauden Barrett, Ben Smith, Goodhue, Lienert-Brown, Rieko Ioane; Mo’unga, Aaron Smith; Read (c), Cane, Ardie Savea, Whitelock, Scott Barrett, Owen Franks, Coles, Moody. También jugaron Codie Taylor, Moli, Ta’avao, Tuipulotu, Todd, TJ Perenara, Laumape y Bridge

Árbitro: Jérôme Garcès (Francia). Asistentes: Jaco Peyper (South Africa), Shuhei Kubo (Japan). TMO: Marius Jonker (South Africa)