Primeros Match-ball

El primer partido lo juegan Escocia e Italia. Y he aquí el primer match-ball para los del Cardo. Una derrota significaría prácticamente asegurarse el no deseado honor de hacerse con la Cuchara de Madera. Si no consiguen ganar a Italia en Murrayfield, y mucho les va a costar visto lo visto el pasado fin de semana, ya pueden pensar en el torneo del año que viene. Los italianos por su parte, con mucha menos presión, han de demostrar que son capaces de ganar fuera del Olímpico.

El sábado lo cierran Francia y Gales. Aquí el match-ball es para ambos. Los franceses necesitan demostrar que la derrota ante los azzurri fue un accidente. Si quieren tener alguna opción final tienen que ganar sí o sí en París. La afición no les va a pasar ni una y ya pueden desplegar el sábado su mejor rugby. Si no, habemus lío. Para Gales ya es un match ball hasta los entrenamientos. Los campeones no pueden seguir arrastrando el nombre más. El final de temporada podía haber sido un espejismo y por qué no, un accidente. Pero ante Irlanda ofrecieron de nuevo su peor versión. Y ya acumulan 8 derrotas consecutivas.

Y el domingo, el plato fuerte. Irlanda recibe a Inglaterra. Los de verde tras el buen arranque ante Gales ahora se enfrentan a la “obligación” de ganar a Inglaterra. Y no lo decimos solo en términos deportivos. En cualquier caso, partían como “outsiders” en este torneo por lo que la presión es para Inglaterra. Si salva el match-ball de Dublín estarán en una posición inmejorable para asaltar el título. Además, los de la Rosa parten con la vitola de favoritos por lo que han de demostrar que ahora son el equipo más entonado de Europa.