Españoles en PyeongChang 2018: La 'nueva' Queralt busca su sueño olímpico

En los Juegos Olímpicos de PyeongChang veremos a la Queralt Castellet más madura. Las dificultades que le ha puesto la vida le han hecho mucho más fuerte pero tampoco le obsesiona ganar una medalla olímpica y, quizá, eso es lo que le hace más peligrosa. “Estoy en el mejor momento de mi carrera. Nunca me he sentido tan fuerte encima de la tabla (en las dos últimas Copas del Mundo ha conseguido un oro y un bronce). El objetivo es conseguir una medalla, creo que es el sueño de todo deportista que participa en unos Juegos. Si no hay medalla, pues nada, a trabajar más. Mi carrera ha tomado un rumbo nuevo desde hace dos años. Sé que va a haber más Juegos y que estoy en una fase de ascenso y tengo motivación para mucho más”, reflexiona Queralt con una tranquilidad pasmosa.

“Practico yoga. Es una herramienta básica de mi día a día. Este verano en Nueva Zelanda empecé a introducirme en las técnicas de Kung-Fu a nivel de visualización y control de la mente porque hay rutinas que me ayudan a concentrarme en la nieve. También hago meditación. Es imprescindible para conocerse a uno mismo y conseguir tener un control. Me ha ayudado mucho”.

Hace dos años, Queralt Castellet sufrió la pérdida de Ben Jolly, su pareja y entrenador desde que tenía 19 años, el que la llevó a ser subcampeona del mundo de HalfPipe en 2015, convirtiéndose en la primera deportista española de la historia en conseguir una medalla mundial en snowboard. “Entras en una depresión, no quería saber nada…de nada. Gracias a la gente que más me conoce y a mis amigos del snow, a mí amiga María de Sabadell, a Valeria otra amiga argentina que no se separó de mi…todos ellos me empujaron para que fuera a la nieve. También el entrenador del equipo suizo me animó mucho para irme con ellos (acabó instalándose en Laax –Suiza-). Fue el empuje de todos. Ahí es cuando te das cuenta de la calidad de gente y de amigos que tienes y que solo quieren lo mejor para ti, te dices a ti misma, ‘que suerte tengo’. Solo me queda ganar una medalla olímpica y dedicársela a todos ellos”, sentencia Castellet.

En esta recuperación, la rider catalana se siente muy agradecida a Red Bull, uno de sus patrocinadores. “En julio hice un intensivo de un mes en sus instalaciones de Santa Mónica. Me acogieron muy bien, me pusieron un psicólogo, un fisio, un nutricionista con el que sigo trabajando a distancia. Me hicieron un programa a nivel físico que es el que sigo cuando estoy fuera. Técnicamente también he progresado pero, sobre todo, me conozco mucho más. El aspecto mental es en lo que más he mejorado con respecto a Sochi” (doy fe tras una hora de conversación).

A sus 28 años (cumplirá 29 el 17 de junio) disputará sus cuartos Juegos Olímpicos, convirtiéndose en la que más citas olímpicas tiene a sus espaldas de toda la delegación española de PyeongChang. Y es que Queralt Castellet fue olímpica muy joven. “Empecé con seis años. Mis padres practicaban snowboard y los fines de semana íbamos a la nieve y me enseñaban. Con 13 años la federación catalana hizo un programa especial en la Cerdaña donde podíamos estudiar, ir al cole y nos daban clases de snow. Comencé a formar parte de un grupo de niños que aprendíamos juntos y empezábamos a hacer las primeras competiciones fuera de España”, cuenta Castellet.

Su disciplina es el HalfPipe (medio tubo) y consiste en una estructura en forma de U con una longitud de entre 150 y 170 metros y en la que los riders van de un lado a otro utilizando las paredes para volar lo más alto posible haciendo todo tipo de trucos en el aire. “Me inicié en la modalidad de Boardercross (ahora llamada Snowboard Cross) porque era más fácil. En España no había HalfPipe aunque hacíamos de todo y competíamos en todas las disciplinas. Recuerdo que en septiembre de 2005 fuimos a una Copa del Mundo en Valle Nevado (Chile). Yo iba a competir en Boardercross pero también había prueba de HalfPipe. Se lesionó Isaac Bergés y yo me junté con los del ‘pipe’ para entrenar con ellos y competir (terminó 26ª de 32). Seguí haciendo todo pero el HalfPipe se me daba mejor que el Cross y me empecé a entusiasmar. En enero de 2006 hice varias Copas del Mundo (su mejor resultado fue un 9º puesto en Leysin –Suiza-) y con 16 años me clasifiqué para los JJOO de Turín”, explica Queralt.

De cada cita olímpica, la rider de Sabadell ha sacado importantes conclusiones y ha vivido experiencias de todo tipo. “Turín fue muy emotivo. Fue una sorpresa clasificarme y una emoción muy grande ir a esos Juegos”, recuerda Queralt, que confiesa que no soñaba con ser olímpica “porque no pensaba que me iba a clasificar tan pronto. Siempre he sido muy realista y me gusta fijarme objetivos cercanos y eso me quedaba muy lejos”, reflexiona. A sus 16 años, Castellet sacó una lección muy importante de la cita italiana, “lo más importante es que me di cuenta de que podía llegar mucho más lejos de donde estaba. Tenía mucho margen y me puse las pilas. Me fije el objetivo olímpico. Ahí cambie el chip”, sentencia, aunque reconoce que no se acuerda mucho de la ceremonia de inauguración, un momento que suele marcar a los deportistas.

Cuatro años después fue la abanderada española y llegaba a los Juegos de Vancouver 2010 con buenas posibilidades de conseguir medalla…”tenía una ronda con potencial de entrar en finales y lo conseguimos”. El primer objetivo estaba cumplido pero la fatalidad se cebó con ella. En un entrenamiento previo a la final, un golpe en la cabeza le impidió pelear por medalla. “Fue una caída tonta. No quería practicar los trucos porque la luz no era muy buena. Solo íbamos a hacer una toma de contacto. Dos rondas de paseo. Hice un Backside 5 (giro de 540º en el aire) que es un truco muy sencillo y en la recepción me resbalé y me di con la cabeza en la transición del ‘pipe’. Nunca me había pasado ni me ha vuelto a pasar más. Aún así, yo quería competir pero los médicos no me dejaban, cosa lógica cuando te golpeas la cabeza. Independientemente de la gravedad es mejor no hacer nada aunque yo pensaba, ‘quiero hacer mi ronda, déjame hacerla y ya está’. En el hospital pasó algo muy fuerte, de repente Ben me pasó el teléfono…era Tora (Tora Bright, la australiana que ganó el oro olímpico) que me dijo que le hubiera gustado verme allí que le dio mucha rabia que no estuviera en la final. La felicité. Fue muy bonito”.

A Queralt Castellet se le presentó una nueva oportunidad de medalla en Sochi 2014. Se metió directamente en la final (sin pasar por semifinales) tras las rondas clasificatorias. “En la final hice la ronda (la primera) en la que el ‘pipe’ estaba difícil pero yo estaba haciéndolo bien. Terminé con un Backside 7 (giro de 720º en el aire), que es un truco que controlo pero me caí antes de pasar la raya. En Sochi iba mucho mejor preparada que en Vancouver pero así es el deporte. Significa que tienes que trabajar más. Lo tienes ahí pero luego no sale”.

Ahora llega a PyeongChang una nueva Queralt, con una fuerza mental mucho mayor que antes, bajo la dirección de Benny Bright ha compartido entrenamientos con el estadounidense Danny Davis, que “en el último momento se ha quedado fuera de los Juegos al ser quinto del equipo americano donde hay muchísima competencia. Danny me ha ayudado mucho. Es un referente en este deporte", asegura Castellet.

En PyeongChang 2018 cambiará el formato de competición. Antes había ronda clasificatoria, semifinales y final (con dos rondas). Ahora hay dos bajadas en la clasificatoria (pasan las 12 mejores) y la final con tres. “Me da un poco igual, tampoco cambia mucho”, dice Castellet. En cuanto a las rivales, la única ausencia importante será la de Tora Bright, eso sí, “hay un grupo super extenso que pueden ganar. La que mejor sepa adaptarse en el momento de la competición será la que gane. Todo puedo pasar”, reconoce. En cuanto a las instalaciones, “no las conozco ni he estado allí pero sí se quien lo ha construido y, en principio, será un ‘pipe’ parecido al que he estado entrenado”.

Es sorprendente que Queralt Castellet, que ha estado infinidad de veces en Estados Unidos, nunca haya visitado Nueva York. “Es una cosa que me gustaría hacer y no he hecho todavía. No he encontrado el momento. Quiero visitar la ciudad porque en el aeropuerto si he estado”, dice entre risas. Es muy aficionada a leer novelas, “comencé leyéndolas para mejorar el inglés y descubrí que es una buena distracción”. Le gusta cocinar aunque prefiere que le cocinen y dice no tener manías…”bueno, la verdad es que cuando veo mis vídeos observo que siempre me agarro la braga del cuello y que me coloco varias veces las fijaciones antes de salir a competir, pero es inconsciente, no me doy cuenta de que lo hago. Son rutinas”, explica Castellet.

Asegura que no sabe lo que hará cuando se retiré porque (entre risas) “creo que voy a hacer snowboard toda la vida”. Y como colofón, le preguntamos como le gustaría que la recordaran…”Como una persona feliz y que es capaz de lograr sus sueños”.

Clasificatoria: Lunes 12 de febrero 5.30am (hora española)

Final: Martes 13 de febrero 2.00am (hora española). Eurosport1

Estará en la final peleando por las medallas. Sus dos preseas (oro y bronce) en las dos últimas Copas del Mundo le avalan.