La vida deja de ser mierda

Afortunadamente, la historia no se repitió en Londres con su mujer. Brigitte sí pudo completar su impresionante palmarés con esa medalla de plata, metal que tanto ansiaba dedicarle a Ramos desde aquel fatídico día de 2008 en el tapiz de Beijing.

Pero el camino de la mallorquina hasta el podio olímpico ha estado plagado de barreras que la española se ha ido encargando de derribar patada a patada, golpe a golpe.

Empezando por las dudas que durante años recaían sobre ella por parte de la Federación Española y por las que tuvo que abandonar el Centro de Alto Rendimiento y trabajar para mantenerse, siguiendo por la decepción olímpica sufrida en Atenas y pasando por la no clasificación para los Juegos de Beijing por una fractura en la mano, estaba claro que los Juegos le debían una. Por fin conseguía saldar las cuentas pendientes y colgarse una valiosísima medalla de plata.

Su calvario comenzaba un 28 de diciembre de 2007, día de los Santos Inocentes, en el que le regalaron una fractura de mano a 20 días de la cita decisiva, el preolímpico europeo donde tenía que certificar su billete para Beijing, los que serían sus segundos Juegos. Pese a la fractura, se plantó en el tapiz el día indicado, convencida de que la importancia de la cita le haría olvidarse del dolor. Desgraciadamente, no pudo ser. Las primeras palabras que pronunció al salir del tapiz fueron: "Esto para mí se ha acabado".

En ese momento, Brigitte ya tenía en su poder dos títulos de Campeona del Mundo y tres de Campeona de Europa y lo único que le faltaba era la medalla olímpica. Comenzaba aquí un calvario de operaciones y rehabilitación que estuvieron a punto de acabar con sus esperanzas y que le hicieron plantearse seriamente su retirada de los tapices.

Afortunadamente para los amantes de este deporte, esto sólo fue una traba más en el camino hacia la ansiada medalla olímpica de esta gran luchadora. La española volvió a la competición en 2009 y lo hizo por todo lo alto, proclamándose Campeona del Mundo por 3ª vez (única mujer en el taekwondo que lo ha conseguido) y derrotando en semifinales a la vigente Campeona Olímpica, la china Wu, la misma que se mostró intratable durante la final, reeditando su título olímpico.

Brigitte nos hizo vibrar a todos, a los entendidos y a todos aquellos a los que un mondolyo nako chagui, técnica con la que remontó esas semifinales que ya veíamos imposibles, les suena a chino. En Londres, todos apretamos los dientes con ella, gritamos con cada punto, nos emocionamos con sus lágrimas y sólo la china, que firmó una actuación perfecta, nos privó de ver subir a Brigitte a lo más alto del podio. Sin lugar a dudas, merecidísima medalla de plata, que para muchos, sabe a oro.