Masters 1000 de Cincinnati, Djokovic-Raonic: Con dudas, pero siempre campeón

Novak Djokovic llega al US Open 2020 navegando en un mar de dudas que resulta plácido por la dinámica ganadora. Sus molestias en el cuello no desaparecieron en la final del Masters 1000 de Cincinnati, es más, le hicieron perder el primer set ante Milos Raonic. El canadiense pensó que a la undécima podría ir la vencida, pero el número uno del mundo se las arregló para mantenerse imbatido en lo que va de año sumando su tercer título individual, cuarto si se suma la ATP Cup que conquistó con Serbia en el mes de enero.

Después de sufrir en la primera media hora, Djokovic empezó a encontrar las costuras por las que hacer daño a su rival, que ha mostrado un gran nivel en el primer torneo posconfinamiento. El de Belgrado consiguió una rotura para poder gestionar el segundo set con comodidad y llevarlo todo al definitivo.

Raonic aún no lo tenía todo dicho, y golpeó con fiereza en el inicio de la manga que decidiría el campeón. El canadiense flaqueó en el momento más inoportuno, y Djokovic no sólo aprovechó para devolverle la rotura y equilibrar el partido, sino que encadenó un segundo break con el que volvió a rugir como hace en los grandes partidos de Grand Slam. La Louis Armstrong es una pista emblemática, sin duda, pero escuchar al león serbio gritar y que retumbe en silencio sigue resultando extraño en el nuevo tenis. Djokovic no levantó el pie del acelerador, y entre los aplausos de Goran Ivanisevic y su séquito, se proclamó campeón de su 35.º Masters 1000. Palabras mayores para un Nole que espera ya su debut en el US Open 2020 el próximo lunes con un título más en la vitrina y alguna duda en la mochila.