ATP Finals 2022 | Rafa Nadal cierra un 2022 histórico con sensación agridulce

El mes de enero de 2022 servía de regreso al circuito de Rafa Nadal después de meses parado por una lesión en el pie que le mantuvo desde el verano sin poder disputar ningún partido dentro del calendario de la ATP. Había mucha expectación por ver si el balear conseguía de nuevo regresar con éxito tras un largo periodo de recuperación y el tenista español no iba a defraudar lo más mínimo.

Una racha espectacular de 21 partidos sin conocer la derrota, con tres títulos sin conocer la derrota (ATP 250 de Melbourne, el Open de Australia y Acapulco) y otra final en Indian Wells. Un arranque de curso nunca antes visto en Nadal que conseguía engrosar su palmarés de Grand Slams en el continente oceánico, en el que no conseguía ganar desde el año 2009.

Solo una lesión en la costilla consiguió romper el ritmo ganador del manacorí frente a Taylor Fritz en el desierto californiano, teniéndole parado hasta el Mutua Madrid Open, donde Carlos Alcaraz se cruzaría en su camino. Junto con el Masters 1.000 de Roma, fue el único bagaje previo antes del desembarco en Roland-Garros, donde a pesar de las dificultades físicas, se alzaría con el trofeo siendo infiltrado en su pie durante la gran mayoría de los partidos.

Tras Roland-Garros, Wimbledon sería el último torneo en el que Nadal conseguiría llegar a las semifinales, aunque un problema en el abdominal volvería a cruzarse en su camino lo que le llevaría a tener que abandonar antes de su duelo frente a Nick Kyrgios, en un torneo que no ha conseguido ganar desde 2010.

Corría el mes de julio y a partir de ahí la temporada de Nadal ha vivido un revés tras otro hasta el punto de enturbiar un curso que había arrancado de manera excelsa. Problemas extradeportivos antes del nacimiento de su primer hijo, la recuperación de su abdominal y la falta de ritmo a la hora de volver a la competición, le ha impedido poder seguir la senda marcada en la primera mitad de 2022, donde fue claramente el tenista más en forma, sobre todo en los Grand Slams.

Dos meses sin jugar, con la excepción del partido de dobles que el balear disputó en la despedida de Roger Federer, para posteriormente encadenar hasta cuatro derrotas de manera consecutiva, una racha negativa que no vivía desde el año 2009 y que rompió con su victoria final ante Casper Ruud en Turín.

Un final de campaña amargo para una temporada histórica en cuanto a números, dejando la incógnita de qué Rafa Nadal podremos ver en 2023. De momento, a pesar de sus 36 años, el balear volverá a ser referencia en un ranking cada vez más marcado por la irrupción de grandes estrellas emergentes como Carlos Alcaraz.