ATP Finals 2023 | Las cinco principales razones para creer en la victoria de Alcaraz sobre Djokovic

La gran mejoría que ha experimentado en su tenis Carlos Alcaraz le ha hecho subir enteros en la posibilidad de que consiga en Turín el ansiado título de las Nitto ATP Finals. De momento, el tenista murciano ya está en semifinales en su primera aparición en la Copa de Maestros, después de que no fuera de la partida por lesión en 2022, y tiene ante sí solo dos partidos por delante si quiere acabar alzándose como el triunfo. Razones no le faltan para poder ser optimista de cara al duelo que protagonizará este sábado (21:00) ante el número uno del mundo, Novak Djokovic.

A pesar de que las sensaciones en su arranque frente Alexander Zverev no fueron malas y mejoraban bastante su actuación en la segunda ronda de París-Bercy, en donde cayó contra todo pronóstico ante Roman Safiullin, el jugador español no pudo con el teutón, arrancando con una derrota que ha acabado espoleando al murciano, lejos de ahondar en sus problemas de cansancio mental, como él mismo reconocía tras el partido.

Ante Rublev y, sobre todo, Medvedev, se ha visto su mejor versión, aquella que parecía olvidada desde que arrancara la gira asiática, olvidándose del cansancio acumulado y sacando a relucir sus armas más letales. Alcaraz ha pasado de ser dominado a dominar sobre la pista, a practicar un tenis más ofensivo y a encontrar soluciones cuando tiene un juego en su contra. Sin duda, son muchos puntos a su favor si quiere tener opciones de vencer nuevamente a Novak Djokovic.

De los 16 partidos que en 2023 ha jugado Carlos Alcaraz ante tenistas que se encuentran dentro del top-10, once han acabado en victoria para el español, incluyendo el triunfo en la final de Wimbledon frente a Novak Djokovic que ha impedido al serbio lograr el hito de ganar los cuatro Grand Slam en una misma temporada. Una estadística muy prometedora para el de El Palmar, que sí que es cierto que perdió en el último enfrentamiento frente al serbio en Cincinnati.

Sin embargo, los duelos ante Novak Djokovic se han caracterizado por no saber hasta el último momento hacia donde se va a decantar la balanza y parece que las semifinales en el Pala Alpitour no van a ser una excepción. Un espectáculo entre dos tenistas que están convirtiendo su rivalidad en una batalla épica sin cuartel cuando saltan a la pista.

Si algo han demostrado los números esta temporada es que Carlos Alcaraz es uno de los mejores restadores del circuito y eso está siendo un arma muy bien explotada en las Nitto ATP Finals. El murciano es el tenista que más puntos con primeros servicios de su rival gana del (35,8%) y el que más juegos al resto en total se lleva (32,5%) en todo el año.

Precisamente contra Djokovic se vivirá un duelo en el que aprovechar las oportunidades al resto se antoja fundamental para no dar concesiones. Alcaraz ha recuperado esa mordiente y ha mejorado en su ratio de conversión de bolas de break, que tanto le había traído por la calle de la amargura en el pasado reciente.

Probablemente es el mayor cambio sufrido por Carlos Alcaraz en los dos últimos partidos disputados en Turín. La sonrisa ha vuelto al rostro del español, una alegría que había dejado pasado al cansancio y que preocupaba a los aficionados y al entorno del actual número dos del mundo.

Cuando Alcaraz se lo pasa bien en pista, eso se nota en su juego. Además, la constancia de cuando las cosas no salían del todo bien ha servido para recuperar una versión que le puede hacer soñar por el título, a pesar de que tenga por delante a los otros tres integrantes de las primeras cuatro posiciones del ranking ATP.

Alcaraz tiene el número dos asegurado pase lo que pase y se mide sin presión al número uno del mundo. Todo un regalo visto el final de temporada que vivía el español, sin títulos desde Wimbledon en julio y envuelto en un bajón físico y anímico del que se ha recuperado en el mejor momento posible.

Si en las semifinales de Roland-Garros fue esa presión la que atenazó su cuerpo hasta tal punto de que le afectara físicamente, en Wimbledon aprendió a lidiar con ello y quizás haya sabido traspasar a su rival parte de ese peso con el que salía el tenista español a la pista.