Entrevista Eurosport a Pablo Andújar previa a su enfrentamiento con Roger Federer en el ATP Ginebra

Profesional desde 2003, campeón de cuatro títulos ATP, casi 150 victorias oficiales, presencia en el top35 del ranking, más de una década dentro de los cien mejores y dos eliminatorias de Copa Davis con España. Visto así, no parece que al palmarés de Pablo Andújar le faltase nada para no irse satisfecho, pero sí había un vacío. En todo este tiempo en el circuito, el conquense jamás había tenido la oportunidad de enfrentarse a Roger Federer, una cuenta pendiente que verá resuelta este martes en el ATP 250 de Ginebra. Solamente necesitaba un triunfo ante Jordan Thompson para hacerlo realidad, examen que pasó con nota (6-0, 6-4) para luego atender a Eurosport antes de un día que jamás olvidará.

Un 6-0 siempre resulta engañoso, a veces incluso dañino o negativo para el que lo hace. Cuando se enfrentan dos jugadores de nivel muy parejo y se da un marcador así es porque hubo uno de los dos que no ha estado bien, es la única explicación. Lo normal es que luego, en el segundo set, ese jugador se suelte y empiece a mostrar su verdadero potencial. Por otro lado, el jugador que ha ganado el primer set pierde algo de tensión por no estar acostumbrado a ese ritmo de repente.

Por suerte sí, he sido capaz de salvar ese momento en el comienzo del segundo set. Sabía que Thompson era un rival complicado, que se apoya muy bien en todas las pelotas, es complicado restar su servicio. Estoy contento por haberlo sacado y ahora tener la oportunidad de enfrentarme a Roger.

Por supuesto que lo sabía. Cuando salió el cuadro pensé que era una oportunidad única, teniendo en cuenta que cada vez habrá menos opciones de que nos podamos enfrentar en un torneo. Tanto él como yo nos hacemos mayores y cada vez nos quedan menos años de carrera. Pensé que tenía que ganar como fuera, era una espinita que llevaba clavada dentro del circuito ATP.

Es raro, sí. Después de tantos años era extraño que nunca nos hubiéramos enfrentado, pero también es verdad que yo muchas veces juego torneos más pequeños. Y luego en los grandes, él suele avanzar muchas más rondas de las que avanzo yo..

Lo más importante es disfrutar del partido, intentar hacer mi juego y estar aguerrido desde el inicio. Lo que no puedo hacer es caer en la trampa de pensar que esta puede ser una gran oportunidad por el hecho de que Roger lleve mucho tiempo sin jugar, al final estamos hablando de un jugador con un talento descomunal.

Estoy seguro de que mañana será capaz de jugar al nivel que tenía hace cinco años. No quiero pensar eso, me voy a centrar en disfrutar y hacer mi juego.

El partido representa un sueño hecho realidad. Cuanto yo empezaba, Federer ya era un ídolo, así que siempre ha sido un ídolo. Estamos ante un mito, una leyenda en activo, el hecho de poder contar que jugué contra él, el simple hecho de haber sido coetáneo suyo, ya es algo que me llevaré por siempre en el futuro. Tenía una espinita y me la voy a quitar este martes, competir contra él es el mayor regalo posible después de tantos años trabajando para estar ahí.

No le voy a preguntar a Rafa porque seguramente me diga cómo juega él. A mí me encantaría jugar como juega Rafa pero, lamentablemente, no juego como él (risas).

Lo más importante es que, a pesar de todo el respeto y la admiración que le tengo, una vez que entre a pista tengo que olvidarme de todo eso. Debo enfocarme en ir punto a punto, no quiero pensar en nada más. El único objetivo es hacerlo lo mejor posible.