Blog Murciego: El niño que eligió el tenis antes que los cumpleaños

Los nuevos talentos vienen pisando fuerte y es nuestro deber prestarles la atención que merecen. Algunos incluso se cuelan en nuestros planes antes de tiempo, como es el claro ejemplo de Holger Rune (Copenhague, 2003). El danés, actual número 1 del mundo junior, disfrutó este mes de marzo de sus primeras experiencias dentro del circuito profesional, debutando en el ATP 250 de Buenos Aires y logrando sus primeras victorias oficiales en el ATP 250 de Santiago. Sudamérica le tendió la mano y allí que se fue sin pensarlo, dispuesto a escribir la primera página de muchas. En una entrevista reciente con Sportskeeda, el tenista de 17 años dejó constancia de su fuerte carisma a través de la relación que le lleva uniendo al tenis dede que era un niño.

''Sueño a lo grande, lo llevo haciendo desde que era pequeño'', se arranca el europeo sin temor. Creo que todos los niños lo hacen, la diferencia es que luego no se les escucha decirlo, no lo aceptan o no se lo toman en serio. Quizá muchos se rían, pero uno no debe avergonzarse de sus sueños. No hay que tener miedo a compartirlos pensando en lo que pueda decir la gente, la presión no llega hasta mucho más adelante. Tengo a mis padres que me respaldan, ellos siempre confiaron en mí, una y otra vez me repitieron que podría lograr aquello que deseara si realmente me lo proponía y trabajaba duro. Quizá por eso no tengo miedo, al fin y al cabo, la presión no desaparece solo por no hablar de ellos. Todo está en la mente, contrasta con una extraña madurez anticipada.

Campeón de Roland Garros Junior en 2019, Rune apenas ha tardado un par de años en dar el salto al profesionalismo. De hecho, fue ganar en París y rápidamente empezar a disputar torneos Futuros. En 2020 le vimos ganar tres torneos de esta categoría y 2021 lo empezó firmando tres finales. Era el momento de dar un paso más y afrontar sus primeros cuadros ATP. Una WC en Buenos Aires le permitió verse las caras en primera ronda con Albert Ramos, al que le forzó un tercer set. Una semana después el reto estaba en la fase previa de Santiago, donde sumó las tres victorias pertinentes para luego tumbar en el cuadro final a Sebastián Báez y Benoit Paire. Ya en los cuartos de final, ante un sólido Federico Delbonis, el sueño del danés llegaría a su fin.

“No tengo palabras para describir estas semanas, ha sido un salto de nivel brutal, como pasar del colegio a un despacho de ejecutivo. Todo el entorno es mucho más profesional, los jugadores, entrenadores, árbitros, la organización… todos están ahí para ti. En los torneos ITF, por ejemplo, no siempre es así. Tuve esa misma sensación en Roland Garros Junior o en Masters Junior de China, se siente una energía muy positiva al estar rodeado de gente así”, comentó el hombre que ha escalado más de 500 posiciones en el ranking en este último año.

Holger todavía tiene 17 años pero ya está #317 del mundo. Claro, que después de haber saboreado la miel del circuito ATP, ahora será duro volver a los circuitos menores. “Aquí es donde quiero estar, pero necesito más experiencias a este nivel, por eso le estoy muy agradecido al torneo de Buenos Aires por su invitación. Mi entrenador me repite muchas veces que tengo el nivel para competir con esta gente, trabajamos muy duro los últimos años para mejorar mi físico, así que mentalmente sienta muy bien ver que van llegando las oportunidades para probarme. Estoy ansioso por jugar más torneos ATP y demostrarme a mí mismo que puedo estar aquí, aunque es muy difícil ganar partidos a este nivel, es realmente exigente. Sé que en un par de años seré más mayor y todo será más fácil, seré más fuerte y habré mejorado mi servicio; el juego sé que lo tengo”, asegura con tranquilidad.

Lo que no olvida Holger son sus orígenes, las dificultades que tiene un país como Dinamarca para convertirse en tenista profesional, ni todos los planes que tuvo que rechazar hasta llegar aquí. “En Dinamarca todos los deportes son para divertirse, aunque los que más destacan son el bádminton, la natación y el balonmano. Generalmente no se considera al deporte un trabajo adecuado, salvo que lleves esa pasión hasta el final. Recuerdo de pequeño no querer ir a los cumpleaños después de la escuela si eso obligaba a cancelar mi entrenamiento. Muchas veces tuve que poner excusas para no estar presente. Incluso mi madre tuvo que llamar alguna vez para explicarlo: '‘Lo siento, Holger prefiere el tenis al cumpleaños’. Y ahí se acababa la historia”.

Nacido en la primavera de 2003, Rune ha crecido observando al Big3 desde que era un niño, como el resto de su generación. Pero lo más curioso viene cuando le preguntan quién es su verdadero ídolo, una respuesta que aúna a Roger Federer y Rafa Nadal. “Soy un admirador de ambos, pero también me interesan mucho las nuevas generaciones, sigo mucho los partidos de Zverev, Medvedev, Tsitsipas o Rublev. Pero bueno, confieso que nadie puede pelear con Rafa Nadal, para mí es el tenista más inspirados de la historia, en lo que respecta a la lucha. Él fue mi primer ídolo, tenía carteles suyos por toda la habitación, iba vestido como Nadal a los entrenamientos, con sus camisetas sin mangas y la bandana, incluso jugaba con Babolat. Un día, cuando tenía 7 años, perdí una final importante y vi que al campeón le dieron un trofeo mucho más grande. Me dolió tanto perder ese día que me negué a aceptar aquella copa, estaba tan cabreado que volví a casa, arranqué todos los carteles de Nadal y me dije: ‘Quiero ser el número 1’. En ese momento Federer volvía a ser Nº1, así que cambié mi atuendo, mi raqueta y empecé a ver sus partidos”, relata el danés. Veremos si con el tiempo sus pósters empiezan a colgarse en las habitaciones de otros niños.