Análisis | ¿Hasta qué punto es una buena noticia para la ATP la victoria de Valentin Vacherot en el Masters 1000 de Shanghái? Él no tiene la culpa

Los que aventuramos que el circuito profesional se encaminaba hacia una era de máxima igualdad sonreímos un poco más este domingo, cuando Valentin Vacherot, número 202 de la clasificación mundial, inauguró su palmarés en el Masters 1000 de Shanghái. ¿Hasta qué punto es esto una buena noticia?

Análisis | ¿Hasta qué punto es una buena noticia la victoria de Vacherot? Él no tiene la culpa

Fuente de la imagen: Getty Images

Para bien o para mal, este Masters 1000 de Shanghái 2025 será imposible de olvidar. Quizá, con el paso del tiempo, cueste recordar la fecha exacta, pero ya os adelanto que de ninguna de las maneras perdemos el recuerdo de ver a dos primos disputando una de las finales más importantes del calendario. Valentin Vacherot y Arthur Rinderknech, los protagonistas de un evento donde todo lo que podía salir mal, salió peor. Bajas de última hora, favoritos eliminados en las primeras rondas, abandonos por cansancio, cuerpos al límite, condiciones extremas de calor y el interrogante diario de hasta dónde podría empeorar el horizonte. En la última casilla, auspiciados por el mejor tenis de sus carreras, aparecieron un francés y un monegasco, para subirse a un tren que solo pasa una vez. Bueno, puede que a partir de ahora empiece a pasar muy de vez en cuando.
"Mucha gente no se lo cree, pero los tenistas que jugamos el circuito Challenger ya estamos preparados para vencer a cualquiera", dijo Daniel Altmaier allá por 2020, la primera vez que pisó la segunda semana de un Grand Slam. No hay torneo en que no me acuerde del vaticinio del alemán, un conjuro que ha ido tornando en realidad. Lo de Vacherot es el mejor ejemplo, también el más extremo, de un tenista sin el ranking suficiente para entrar siquiera a la fase previa de un evento de esta índole... Un hombre que se apuntó como Alternate, necesitando nueve bajas para tener una oportunidad. Y una vez le llegó, ya no paró hasta salir campeón. Tan solo una victoria oficial había sumado Valentin en todo 2025, contra Struff en Montecarlo. En Shanghái, sin embargo, le sobró destreza para voltear cada partido, cada marcador, cada rival que saltó a pista pensando que delante tenía un examen asequible. Nueve partidos, nueve lecciones. El relato del hombre con peor ranking de la historia en conquistar un Masters 1000.
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Valentin Vacherot, Shanghai 2025

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¿Cómo podemos encajar esta noticia? ¿Es algo bueno o algo malo? Pues hombre, para Vacherot es cojonudo, ha ganado más dinero en estos diez días que en toda su trayectoria profesional. Para la prensa es un regalo, una oda al romanticismo, la aventura que necesitábamos después de un curso gobernado por dos únicas raquetas. El triunfo de Valentin supone la reconciliación con el mítico eslogan de Adidas, aquel que repetía que ‘nada es imposible’. En el deporte, donde el dinero arruina tantas veces el factor sorpresa, torneos como el de Shanghái ayudan a compensar el constante yugo de la lógica, donde siempre gana el que marcan las quinielas. Esta vez no, aunque sí ganó el mejor, no vayamos a restarle méritos al monegasco. ¿Quién jugo mejor que él? Nadie. Su conquista servirá para motivar a los de abajo, para hacerles ver, a través del ejemplo, que por muy mal que te vayan las cosas, siempre puede llegar esa semana que te cambie la vida. Al mismo tiempo, este título también ayuda a sacarles los colores a los que andan quejándose de que el circuito trabaja en pos de tener un Alcaraz-Sinner cada domingo. ¡Zas, en toda la boca!
Entonces, ¿en qué momento se encuentra el circuito ATP? Cuando hablamos de salud deportiva, normalmente nos solemos fijar en la salud de los que lideran el deporte, los que tiran del carro, los que venden y hacen que esto sea visible. En este momento, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, una rivalidad que reúne todos los ingredientes para ser legendaria. El problema es que Sinner y Alcaraz solo representan una parte del circuito. La más importante, seguro, pero solo una parte. ¿Qué hay más allá? Una brecha insalvable, no importa si hablamos del Nº3, del Nº4, del Nº5 o del Nº204. De hecho, este año el Nº204 ha ganado un Masters 1000 más que el Nº3, el Nº4 y el Nº5 juntos. No quiero sonar oportunista, no me escucharán decir que el top10 actual no es competitivo, o que no es tan potente como el de hace diez años. Lo que es innegable es la irregularidad que arrastran, de ahí que los de mi generación nos acordemos tanto de los Murray, Ferrer, Wawrinka, Berdych, Del Potro, Soderling, Thiem o Tsonga. Si la segunda y tercera línea es débil, eso significa que la salud del circuito dependerá siempre de la salud de los dos grandes capitanes.
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Valentin Vacherot, Shanghai 2025

Fuente de la imagen: Getty Images

Es divertido, lo reconozco. Yo fui uno de los que defendí a capa y espada cuando la WTA se convirtió en una jungla tras la retirada de Serena Williams, lo disfruté como un enano. ¿Se acuerdan? Que si Emma Raducanu por aquí, que si Sofia Kenin por allá. Que si Sloane Stephens por allí, que si Bianca Andreescu por acá. Jugadoras de un talento inmenso, capaces de optar a cualquier corona, pero flores de un día, estrellas fugaces sin energía para seguir brillando. Cualquier circuito necesita de una jerarquía, pero no solamente en lo alto de la pirámide. El aficionado necesita ver el deporte a través del orden, sin perder la ilusión de que salte la sorpresa. El problema de Vacherot es que no sabemos qué pasará con él a partir de ahora. ¿Qué supondrá para él ganar este Masters 1000? Dentro de dos años sabremos si lo ganó porque realmente llevaba dentro un jugador de élite o si lo ganó porque los principales candidatos al título llegaron en horas bajas.
Aquí es donde vamos a chocar directamente con la parte que no se ve, la razón de que la ATP haya llegado a este punto de anarquía. Seré claro: los Masters 1000 a dos semanas es el peor invento que hemos tenido este siglo. Mucho peor que cambiar el formato de Copa Davis, así de claro. No puede ser que, ante las quejas de un calendario sobrecargado, esta sea la solución. Y qué me dicen sobre ralentizar las pistas, eliminar las canchas rápidas, provocando que todo el mundo llegue al último trimestre con fiebre en los ojos. El dato dice que 2025 ya es la temporada con más retiradas desde 1990, año donde empezaron a tomarse registros. Un 4,9% de los partidos disputados este año han terminado en abandono o walk-over, superando el 4,3% de 2014. Nos estamos cargando el espectáculo, pero la taquilla funciona y eso es lo que manda.
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Valentin Vacherot, Shanghai 2025

Fuente de la imagen: Getty Images

Claro, que de esto no tiene culpa Vacherot. Tampoco del que pagó una entrada de tres cifras para la final de Shanghái esperando ver allí a Sinner, Djokovic o Zverev. Ni del cabreo de las televisiones, quienes sufrieron una semana más floja de lo habitual ante la escabechina de cabezas de serie en primeras rondas. En cambio, el relato entre primos sí causó furor en redes sociales, aunque la mayoría de los comentarios eran haciendo chanza de una situación que rozaba lo cómico. Por si todavía quedaba alguna duda, ha tenido que venir un monegasco para dejarnos dos cosas muy claras. La primera: que el #200 del mundo juega un huevo al tenis, por lo que el tema del ranking ha pasado a ser un dato banal. La segunda: que debido a la primera, el top10 ya no parte con ventaja para abarcar el mismo territorio que hace una década. No son matemáticas, es pura compensación, un reparto más justo del talento. El precio a pagar por tener el nivel medio más alto de todos los tiempos.
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