Nadal, imparable

Djokovic pertenece a esa raza de tenistas diametralmente opuestos a las encorsetadas normas ATP. Sus parodias e imitaciones de colegas de profesión le han valido algún reproche y que le tilden de ser demasiado extrovertido, un poco graciosete.

La puesta en escena que tuvo lugar tras la final del Masters 1000 de Roma, donde Nadal venció al serbio por 7-6 (2) y 6-2, fue una muestra más de que estamos ante un tenista algo esperpéntico y distinto al resto.

Lea Pericoli, ex campeona italiana encargada de presentar la ceremonia de entrega de premios en el torneo romano, pidió al balcánico que rescatase su faceta más locuaz y divertida. La primera reacción del serbio fue cubrirse el rostro con el trofeo que recibió como finalista y tratar de eludir el mal trago.

Sin embargo, acabó cediendo. La puesta en escena fue desternillante. Tras pedir cortésmente el permiso del balear, se colocó los pantalones e imitó con perfecta cadencia los ya trillados movimientos que Nadal repite en cada uno de sus partidos. El público italiano disfrutó de lo lindo. La fiesta se cerró con una cerrada ovación a los protagonistas de un duelo que estuvo a la altura de lo previsto y que por una fue vez tuvo un colofón distinto al manido peloteo entre los contendientes. Hasta ahí, todo bien.

Lo que no queda claro es si realmente el numerito fue bien acogido desde el rincón del serbio. A todas luces estamos ante el único tenista que hasta la fecha ha podido plantar cara al nº 1 del mundo sobre tierra batida en el 2009. La progresión de Nole es inminente, y sus dos victorias sobre Roger Federer en las semifinales del Masters 1000 de Montecarlo y Roma no dejan lugar a dudas: el nº 2 del mundo está muy cerca en el ranking, pero la sombra de la duda siempre se cierne sobre el serbio. ¿Le falta carácter, determinación para dar el salto definitivo? Tenísticamente no hay ninguna duda, le sobra.

Al otro lado de la red se encuentra Roger Federer, cuyas palabras tras la derrota en Roma ante Djokovic fueron bastante clarificadoras, "siento un poco de vergüenza porque lo he tenido en mis manos y no he sabido materializarlo. Normalmente en este tipo de situación, no dejo que me ganen dos sets. Estoy seguro de que este partido lo habría ganado antes". El helvético tiene al serbio a 740 puntos, parece cuestión de tiempo que le de caza. Y por último el de siempre, Rafa Nadal. El español sigue batiendo registros. Con los 990 puntos conseguidos en su cuarto triunfo en Roma es cada vez más líder del ranking ATP. Si consigue revalidar su título en Roland Garros, el mallorquín asegurará que terminará el año como primero en la clasificación mundial.