Copa Masters 2015, Djokovic-Federer: La final de las toallas (19:00)

La temporada de tenis llega a su fin, al menos en lo que respecta a los torneos individuales, y el físico de los mejores tenistas comienza a llegar a su límite, por lo que la psicología empieza a tener más peso en una cita como la Copa Masters 2015, en la que se dan cita los ocho mejores del año. Cuando Novak Djokovic y Roger Federer vuelvan a cruzarse, el recuerdo de lo sucedido a principios de semana cuando ambos se cruzaron en el grupo Stan Smith.

En aquella ocasión, Novak Djokovic hizo acto de presencia en el O2 Arena después de que Federer hubiera entrado y se encontró en su silla una toalla con el anagrama de Roger Federer -‘RF’-, lo que le dejó sorprendido. El serbio miró hacia la otra silla y alzó las cejas en señal de desconcierto antes de comenzar el partido. La prensa consideró que Federer la había dejado adrede como parte de un juego mental, y en la rueda de prensa posterior a su victoria se le preguntó por aquello.

Federer justificó el incidente diciendo que al entrar primero en el O2 tenía derecho a decidir qué banquillo usaría y eligió el mismo que utilizó en el partido frente a Tomas Berdych, dejándole el otro, que tenía casualmente dicha toalla, a Djokovic. El serbio, en aquel momento, optó por tapar la toalla con otra blanca de las que él traía. Federer se salió de su tono habitualmente tranquilo en rueda de prensa: “Yo salí primero. Normalmente, el que sale primero decide dónde sentarse. Creo que así son las reglas, no por una toalla, honestamente. Quizá para vosotros una toalla importa más, para mí es algo con lo que ducharse”.

Djokovic, que sobre la pista se vio sorprendido por el buen nivel de Federer, no quiso ahondar mucho más en el tema: “Lo vi, pero creo que no te dicen cuando sales a la pista en que banquillo debes sentarte, es tu elección”. La iniciativa mental la llevó en todo momento el suizo durante el partido, y el hecho de haber caído por primera tras una larga racha bajo techo y también por primera vez en la Copa Masters después de más de tres años (su última derrota databa de 2011 ante Janko Tipsarevic), puede haber mermado la confianza de Djokovic, que ha dominado a todo el circuito en los últimos meses.

No obstante, Djokovic aún tiene motivos para enarbolar la bandera del favoritismo en la final del domingo. El serbio despachó a Rafa Nadal en una hora y 19 minutos, y teniendo en cuenta que el balear había cerrado la fase de grupos con tres victorias consecutivas y muy buenas sensaciones, no es un dato baladí. Además, la de la Copa Masters 2015 será la 85.ª final de Nole en su carrera profesional, de las cuales las 15 últimas han llegado de forma consecutiva sumando una decena de trofeos a sus vitrinas. Federer se enfrenta ante un titán que ha conseguido en 2015 nada menos que 30 triunfos ante jugadores que forman parte del top 10, por lo que tendrá que demostrar un nivel aún mayor que el que ha mostrado durante los últimos siete días. El espectáculo, no obstante, está asegurado en la capital británica, un Djokovic-Federer, a día de hoy, es el colofón perfecto a la temporada tenística.