ATP World Tour Finals 2016, Murray-Nishikori: Lección de supervivencia (6-7, 6-4 y 6-4)

Andy Murray. Una vez más mostró toda su capacidad de sacrificio en un ejercicio de resistencia psicológica que el Murray de hace cinco años no habría resistido. La defensa del número uno se convierte por momentos en un tormento del que por ahora sabe salir ileso, aunque en el futuro se le exigirá que tome más responsabilidades para evitar sustos como el que le dio Nishikori.

Kei Nishikori. Es sólo un escalón lo que separa al tenista de Matsue de la élite absoluta del tenis. Nishikori puede codearse sin problemas con los mejores del mundo, incluso alcanzar alguna final como la del US Open 2014, pero en partidos como el que firmó ante Murray se ve que le falta un ápice de resistencia para poder doblegar a los que marcan la pauta a día de hoy en la ATP. Sigue teniendo opciones de clasificación y todo dependerá de cómo descanse tras la dura batalla protagonizada en el turno diurno del O2 Arena.

Andy Murray y Kei Nishikori regalaron un espectáculo difícil de olvidar para los que ocuparon las gradas del O2 Arena londinense el 16 de noviembre de 2016. Sin tregua desde los primeros peloteos, el escocés y el japonés se batieron en un duelo que superó las tres horas de batalla, una frontera psicológica en la que los meses y las decenas de torneos acumulados comenzó a pasar factura a un Nishikori admirable que tomó la iniciativa y no se arredró ante el número uno del mundo.

Ninguno de los dos cedió su servicio durante un larguísimo y disputado primer set que se terminó decidiendo en un tie break, con Nishikori desperdiciando tres bolas de set consecutivas. Consiguió ahogar el amago de reacción de Murray y llevarse la manga, pero entonces comenzó a brillar con luz propia el tenista de Dunblane, que se sintió realmente contra las cuerdas.

Una rotura de servicio en el segundo set y dos consecutivas en el tercero terminaron por cavar la tumba de Nishikori, que aun así porfió a lo largo de numerosos deuces y ventajas hasta que Murray terminó por pisar el acelerador una vez superada la tercera hora de partido, la barrera en la que las piernas le pidieron a Nishikori un respiro, máxime teniendo otro duro emparejamiento frente a Marin Cilic a la vuelta de la esquina, aún con opciones de clasificación. Hubo un último estertor por parte del nipón, pero fueron sólo fuegos de artificio para alargar unos minutos más uno de los partidos más destacados de todo el año. El que continúa en su lucha sin desmayo por demostrar que merece el número uno que alcanzó es París es el infatigable Andy Murray.

Ni Murray ni Nishikori se dejaron nada en el depósito en el partido que los enfrentó. Teniendo en cuenta que se trataba de la segunda jornada del round robin es digno de admiración el amor por el espectáculo que tuvieron ambos durante una eterna y espectacular tarde de tenis en Londres. Murray demostró que nadie le ha regalado su posición de privilegio al frente de la clasificación mundial y Nishikori que está en disposición de plantarle cara a absolutamente todos los tenistas del circuito, especialmente a los maestros.